Revista
Proceso
# 2027, 6 de septiembre de 2015..
Exonerado
en EU, Ye Gon teme llegar a México/JORGE
CARRASCO ARAIZAGA
México
y Estados Unidos están a punto de firmar un intercambio de extraditables, lo
que preocupa al chino-mexicano Zhenli Ye Gon, quien actualmente se encuentra en
una prisión de aquel país aunque ya fue absuelto de los ilícitos que se le
imputaban allá. Y tiene sus razones, pues en el sexenio calderonista todos se
le echaron encima –sobre todo Javier Lozano Alarcón y Eduardo Medina Mora,
titular de la Secretaría del Trabajo y procurador general de la República,
respectivamente– y le imputaron delitos que nunca se le comprobaron. Pese a
ello, aquí se le acusa de delincuencia organizada, narcotráfico, violación a la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y lavado de dinero.
Desde
que en junio pasado la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó atraer el caso
de Zhenli Ye Gon, el gobierno de Enrique Peña Nieto está a la espera de que el
Departamento de Estado decida extraditar al empresario chino naturalizado
mexicano.
México
y el país vecino están por concretar un intercambio de extraditables. Y aunque
el exempresario farmacéutico podrá regresar libre de culpas en Estados Unidos,
puesto que desde hace seis años allá la justicia lo absolvió del delito de
narcotráfico por falta de pruebas, aquí se mantienen las acusaciones de
delincuencia organizada y narcotráfico fincadas desde hace ocho años.
El
gobierno de Felipe Calderón, su acusador, no pudo sostener sus señalamientos
ante las autoridades estadunidenses. Ye Gon, a su vez, tampoco logró
convencerlas de que era un perseguido político.
Nacido
en Shangai, China, en enero de 1963 y naturalizado 40 años después en México,
le imputó a Calderón haber contado con un millonario fondo ilegal en su campaña
presidencial de 2006. Según Ye Gon, de los 205 millones de dólares que el
gobierno calderonista le aseguró en su casa en 2007, por lo menos 100 millones
eran parte de ese supuesto fondo ilegal.
Ante
el esperado intercambio de prisioneros, confirmado a Proceso por funcionarios
de la Secretaría de Gobernación, algunos
acusados de narcotráfico por Estados Unidos han promovido amparos contra su
extradición. Uno de ellos es el exjefe del Cártel de Juárez Vicente Carrillo
Fuentes, El Viceroy, quien a finales de agosto pasado obtuvo una suspensión
provisional para evitar su entrega a la justicia estadunidense.
Preso
en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, Carrillo Fuentes es
requerido por la justicia de Texas, que lo acusa de conspirar para introducir
cocaína a Estados Unidos.
Un
cargo similar, pero para la introducción de metanfetaminas, le hizo a Ye Gon
una Corte de Columbia, en la capital estadunidense. La imputación se vino abajo
debido a la falta de pruebas por parte del gobierno de Calderón. En agosto de
2009, Ye Gon quedó absuelto y recuperó los bienes que se le habían confiscado
en ese país (Proceso 1716).
Ye
Gon acusó a la Procuraduría General de la República (PGR) de haberle mentido al
Departamento de Estado y a la Corte Federal del Distrito de Columbia al
destruir evidencias que lo beneficiaban. El señalamiento directo lo hizo contra
el titular de la PGR en el sexenio de Calderón, Eduardo Medina Mora, ahora
ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Durante
el sexenio pasado, la PGR dejó que el caso se quedara en Estados Unidos, al
tiempo que Ye Gon aplazaba su extradición, solicitada formalmente por el
gobierno mexicano en septiembre de 2008. La petición fue firmada por el
ministerio público Jorge Joaquín Díaz López, quien trabajó en la PGR hasta 2009
para incorporarse al despacho de abogados del exprocurador Antonio Lozano
Gracia.
Aunque
fue absuelto, el empresario chino-mexicano ha estado en una prisión
estadunidense desde 2007, por lo que ya lleva ocho años encerrado, dos menos de
la pena mínima a la que habría sido condenado de habérsele encontrado culpable.
La
PGR no sólo fue incapaz de probar sus acusaciones en Estados Unidos. Tampoco ha
logrado en México sentencias definitivas contra todos los que acusó de ser
parte de un grupo de delincuencia organizada supuestamente encabezado por el
exempresario.
Ye
Gon intentó desde un principio quedarse en Estados Unidos, bien como testigo
protegido o bajo asilo político. Ninguna de sus acciones prosperó, pero logró
no ser entregado al gobierno calderonista.
El
personero de Calderón
Eduardo
Medina Mora fue quien a los pocos días de que Felipe Calderón asumió la
Presidencia emprendió las acciones contra Ye Gon. El 11 de diciembre de 2006
anunció el aseguramiento en el puerto de Lázaro Cárdenas de 20 toneladas
métricas de pseudoefedrina, una sustancia que estuvo importando legalmente a
México hasta 2005, cuando el gobierno de Vicente Fox, casi al final de su
mandato, prohibió su comercialización. Dos años antes, el guanajuatense le
había otorgado personalmente la ciudadanía mexicana en un acto público en la
residencia oficial de Los Pinos.
No
era la primera circunstancia en la que Fox se cruzaba con el hasta ese momento
exitoso empresario. A mediados de los noventa, Ye Gon había llegado a México a
petición de los Laboratorios Silanes, propiedad de Antonio López de Silanes
Pérez, uno de los amigos que en el 2000 financiaron la candidatura presidencial
del político panista a través de la organización Amigos de Fox. Cuando Proceso
dio a conocer el hecho en su edición 1608, la empresa argumentó que Ye Gon sólo
fue su proveedor y no su empleado.
Durante
el sexenio foxista, Ye Gon se convirtió en un empresario “ultra exitoso” como
resultado de casi 20 años de actividad, según declaró a las autoridades
estadunidenses cuando solicitó asilo político. Terminado el gobierno de Fox
también se acabó su suerte.
El
11 de diciembre de 2006, a 10 días de iniciado el gobierno de Calderón, Medina
Mora anunció el aseguramiento de las 20 toneladas de pseudoefedrina. A los
pocos meses, en marzo de 2007, la PGR cateó la residencia de Ye Gon en Lomas de
Chapultepec y encontró 205 millones de dólares en efectivo, reportó entonces la
Agencia Federal de Investigación (AFI). Para ese momento, Ye Gon ya había huido
a Estados Unidos.
Desde
un principio buscó el asilo político, con el argumento de que era víctima de
una persecución del gobierno de Calderón. En su solicitud, acusó a Medina Mora
de fabricar pruebas con toda suerte de sofisticados delitos de narcotráfico.
“No soy un vendedor ni un señor de la droga ni mucho menos un capo del
narcotráfico”, declaró.
Refirió
que entre 2002 y 2003 importó y distribuyó pseudoefedrina en México con
permisos de la Secretaría de Salud, compitiendo con otros importadores de la
sustancia y que nunca rebasó los techos de las cuotas entonces autorizados. Es
más, “cuando el gobierno cesó los permisos, de inmediato dejé de importar,
comprar, vender, procesar o distribuir esa sustancia”.
Directo,
señaló a la administración pasada: “El motivo del gobierno de Calderón es que
intenta, de mala fe, cubrir el escándalo detrás de los 207 millones de dólares
del llamado dinero ilegal. Y la mayoría de este dinero en efectivo encontrado
en mi residencia, en fajos de billetes de 100 dólares, proviene de los fondos
secretos de la campaña presidencial del PAN que fueron escondidos en mi
residencia por órdenes de Javier Lozano Alarcón y sus socios”.
El
gobierno calderonista dio a conocer oficialmente que fueron 205 millones de
dólares. De acuerdo con los archivos judiciales del caso en Estados Unidos, Ye
Gon precisó que el dinero se entregó con la custodia de policía uniformada y
vehículos policiales entre mayo y septiembre de 2006.
Añadió:
“Con rechazo, tomé la riesgosa obligación de la custodia porque el señor Javier
Lozano Alarcón me amenazó de que si no cooperaba, me cortarían el cuello. Si yo
no hubiera sido acusado falsamente de encabezar un cártel internacional de la
droga, el escándalo de los fondos secretos de la campaña presidencial del PAN
hubiera sido expuesto ante el mundo”.
Esa
acusación la reiteró ante la prensa estadunidense. Lozano Alarcón, actual
senador por el PAN y entonces secretario del Trabajo, amagó con demandar a Ye
Gon por difamación. Lozano evitó aclarar si finalmente había interpuesto la
demanda. Argumentó que se trataba de un asunto privado.
La
petición de asilo le fue rechazada casi de inmediato a Ye Gon. El gobierno
estadunidense dijo que en ese momento estaba detenido por la acusación de
traficar con sustancias controladas y no por algún pedido de extradición por
parte de México.
Ye
Gon insistió en la protección de la justicia de Estados Unidos, pero un juez se
la negó. Le argumentó que estaba especulando sobre situaciones eventuales: “No
presenta un respaldo legal sobre su futuro confinamiento, extradición o
deportación”, y le reiteró que no había aún ningún proceso penal en su contra.
Las
autoridades también se negaron en ese momento a integrarlo al programa de
testigos protegidos, pese a los argumentos políticos del exempresario. Además
de declararse como perseguido del gobierno de Calderón, alegó que tenía
relación con el exsenador del PRI Fidel Herrera, quien luego fue gobernador de
Veracruz.
Las
negativas
Zhenli
Ye Gon aseguró que si era extraditado, enfrentaría un “inminente asesinato,
torturas y otros tratos crueles”.
Argumentó:
“Definitivamente seré eliminado por el corrupto régimen de México bajo Felipe
Calderón y bajo el gobierno del PAN, en represalia política, persecución y
deseo de silenciarme para siempre porque soy un testigo clave del fraude del
PAN en la elección presidencial”.
Su
defensa siguió con los alegatos: “Debido a que Zhenli Ye Gon tuvo información
valiosa, sensible y confidencial relativa a la extensa corrupción y al alegado
fraude del (entonces) gobernante PAN en la elección presidencial de 2006, su
seguridad e integridad personal debe estar en el programa federal de testigos
protegidos”.
Según
Ye Gon, el resto del dinero era para hacer de Unimed Pharmaceutical, una
empresa de su propiedad, un gigante farmacéutico, al que ya le había invertido
200 millones de dólares para tener 22 líneas de producción con tecnología de
punta de Alemania, Italia, Suiza y Estados Unidos.
Al
tiempo que el gobierno estadunidense le negaba la protección, el de México
dispuso del dinero: lo repartió entre la Secretaría de Salud, la propia PGR y
el Poder Judicial de la federación.
Además,
de acuerdo con Ye Gon, el gobierno de Calderón destruía pruebas que le hubieran
favorecido, como la bitácora de sus importaciones y la contaminación y
destrucción de la sustancia que fue el origen de la investigación en su contra.
Asegura que fue Medina Mora quien ordenó la destrucción y eliminación de las 19
toneladas métricas de lo que el ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación presentó como pseudoefedrina.
Además,
acusó a la Administración Central de Aduanas de México de haber contaminado la
sustancia al agregarle ácido clorhídrico y calor para obtener pseudoefedrina.
Según
alegó Ye Gon ante el gobierno del vecino país, en realidad se trataba de un
acetato identificado como Hydroxy-Benzyl-N-Menthylacetethamine, también
conocido como Acetamde N-2, “un químico inocuo que puede ser usado para
producir productos químicos legales, como el Benzylphrine”.
Aseguró
que la mercancía la había comprado en octubre de 2006 a Chifeng Arker
Pharmaceutical Tecnology Co. Ltd, una subsidiaria de Shangai Enterprises,
compañía estatal china que cotiza en el mercado de valores de Hong Kong.
Sin
embargo, el gobierno de Calderón sostuvo que Chifeng Arker fue clave en los
movimientos de Ye Gon. Establecida en Mongolia interior, la firma le siguió
proveyendo efedrina aun después de que se prohibiera su importación en México, según
la PGR. La dependencia sostuvo también que entre diciembre de 2005 y noviembre
de 2006 las aduanas mexicanas identificaron al menos cuatro cargamentos
ilegales de sustancias psicotrópicas controladas a nombre de Unimed Pharm Chem
y Unimed Pharmaceutical, ambas propiedad del acusado.
Señaló
que en esos cargamentos el exportador fue una empresa china identificada como
Emerald Import & Export Company, de Hong Kong. Desatado el escándalo
internacional por los 205 millones de dólares, las autoridades de China
informaron que esa empresa no existía.
De
acuerdo con la PGR, las 20 toneladas aseguradas provenían de Chifeng Arker.
Medina Mora sostuvo que Ye Gon había importado de esa manera 89 toneladas de
sustancias para producir efedrina y pseudoefedrina. La cifra era casi cuatro
veces superior a los requerimientos del mercado de salud en México, según la
imputación.
La
PGR remontó la relación de Ye Gon con Chifeng Arker a 2003, cuando Unimed Pharm
Chem firmó un contrato con esa empresa para importar cada año 50 toneladas de
una sustancia que podría ser usada para producir efedrina o pseudoefedrina, el
Hydroxy-Benzyl-N-Menthylacetethamine, un compuesto químico que para la PGR no
existe. El contrato incluía soporte técnico para construir la planta en México.
La
acusación también dice que entre 2005 y 2007 Ye Gon no reportó a la Secretaría
de Hacienda que hubiera tenido grandes ingresos. Sin embargo, “transfirió
millones de dólares y grandes sumas de dinero” en euros y pesos mexicanos a
través de casas de cambio a China, Estados Unidos y Europa para pagar a
empresas como Chifeng Arker o apoyar su estilo de vida, que incluía autos
lujosos, joyería y hasta 125 millones de dólares que apostó en casinos de Las
Vegas, Nevada.
En
sus informes entregados a las autoridades de Estados Unidos, pero que no dio a
conocer en México, la PGR declaró que en el operativo de marzo de 2007 también
encontró “una receta escrita a mano de cómo convertir 20 toneladas de Safrole
en metanfetaminas”. Ye Gon rechaza también este cargo.
En
el operativo fueron detenidas 11 personas, incluida su esposa Tamoyil Marx-Yu,
dos cuñados y ocho empleados, entre ellos el jardinero y el encargado de la
limpieza, acusados de delincuencia organizada.
Según
la PGR, Ye Gon era el jefe del grupo, dentro del cual señaló a un químico, un
ingeniero y un bioquímico de la empresa. A uno de sus cuñados lo acusó de
falsificar los permisos de importación.
La
PGR también detuvo a una asistente administrativa y a su chofer. A todos los
acusó de cumplir un rol en la organización. Arrestó asimismo a “un consultor
chino” que llegó a México en diciembre de 2005 para dirigir el equipo que
instaló en la planta de Toluca. Al otro cuñado lo acusó de supervisar la
construcción de la planta con fines delictivos.
De
ser extraditado, Zhenli Ye Gon enfrentará cuatro acusaciones: delincuencia
organizada, narcotráfico, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos y lavado de dinero. Para el gobierno de Estados Unidos, sin embargo,
no se pudo comprobar que haya traficado droga a ese país.
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