El Sínodo: "Nadie instrumentalice
el nombre de Dios para la violencia“
Ciudad del Vaticano, 24 de octubre de
2015 (ZENIT.org) Redacción |
Los padres sinodales, junto con los
Delegados Fraternos, los Auditores y Auditoras participantes en la XIV Asamblea
General del Sínodo de los Obispos, reunidos en torno al Santo Padre Francisco,
han enviado un mensaje a todas las familias de Oriente Medio.
En el último día del Sínodo han querido
dar unas palabras de aliento y un llamamiento a la comunidad internacional ya
que desde hace años, a causa de los sangrientos conflictos en curso, las
familias de esta región "son víctimas de atrocidades indecibles".
Precisan además que "sus
condiciones de vida han empeorado en los últimos meses y semanas".
La paz en Oriente Medio --afirman en el
mensaje-- no se busca con opciones impuestas por la fuerza, sino con decisiones
políticas que respeten las particularidades culturales y religiosas de cada
nación y de las diversas realidades que las componen.
Por ello se muestran agradecidos de una
manera particular, a Jordania, Líbano, Turquía y a los numerosos países
europeos que dan acogida a los refugiados.
De este modo, se realiza un nuevo
llamamiento a la Comunidad Internacional para que, dejando de lado los
intereses particulares, recurra en la búsqueda de soluciones a los instrumentos
de la diplomacia, del diálogo, del derecho internacional.
El mensaje condena que "el uso de
armas de destrucción masiva, los asesinatos indiscriminados, las
decapitaciones, los secuestros de seres humanos, la trata de mujeres, el
enrolamiento de niños soldados, la persecución por motivos de religión y de
origen étnico, la devastación de los lugares de culto, la destrucción del
patrimonio cultural y un sin número de otras atrocidades han obligado a miles
de familias a abandonar sus hogares y a buscar refugio en otro lugar, a menudo
en condiciones extremadamente precarias".
Actualmente --indican-- se les impide
regresar y ejercer su derecho a vivir con dignidad y seguridad en su propio
territorio, contribuyendo a la reconstrucción y el bienestar material y
espiritual de sus respectivos países.
Por otro lado, aseguran que en este
contexto "se violan continuamente los principios fundamentales de la
dignidad humana y de la convivencia pacífica y armónica entre las personas y
los pueblos, los derechos más elementales, como el derecho a la vida y a la
libertad religiosa y el derecho humanitario internacional".
Por todo ello, expresan su
"cercanía a los patriarcas, obispos, sacerdotes, a los consagrados y
fieles, así como a todos los habitantes de Oriente Medio" a quienes
"manifestamos nuesta solidaridad y garantizamos nuestra oración. Pensamos
en todas las personas secuestradas y pedimos su liberación".
Y unen sus voces al grito de tantos
inocentes exclamando "¡No más violencia, no más terrorismo, no más
destrucción, no más persecución! ¡Cesen inmediatamente las hostilidades y el
tráfico de armas!".
El Sínodo exhorta a comprender el dolor
del otro. "Que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia.
Trabajemos juntos por la justicia y por la paz", prosigue el mensaje.
Por otro lado, precisan que "la
paz es posible y es posible detener la violencia que en Siria, en Irak, en
Jerusalén y en toda Tierra Santa, sacude cada día a más familias y a civiles
inocentes y agrava la crisis humanitaria. La reconciliación es el fruto de la
fraternidad, la justicia, el respeto y el perdón". Nuestro único deseo
--aseguran-- es que se pueda vivir en paz. "Que judíos, cristianos y
musulmanes redescubran uno de los deseos divinos, el de la unidad y la armonía
de la familia humana. Que judíos, cristianos y musulmanes descubran en el otro
creyente a un hermano que se ha de respetar y amar, en primer lugar para dar en
sus tierras el hermoso testimonio de la serenidad y la convivencia entre los
hijos de Abraham", pide el Sínodo de los Obispos.
Para finalizar, añaden que estos
pensamientos y oraciones se extienden, con la misma preocupación, solicitud y
amor, "a todas las familias afectadas por situaciones parecidas en otras
partes del mundo, especialmente en África y en Ucrania." Para ellas piden
con fuerza "el regreso a una vida digna y tranquila."
Encomendamos a la Sagrada Familia de
Jesús, María y José, experta en sufrimiento, nuestras intenciones, para que el
mundo se vuelva para que el mundo se vuelva pronto una familia de hermanos y hermanas».
Fuente: Zenit..24 de octubre de 2015 © Innovative Media Inc.
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