Legado de Cenizas

Tim Weiner: “Tal vez cuando cumpla cien años la CIA sea un buen servicio de inteligencia”
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19/10/2008 10:16h
Tim Weiner, periodista estadounidense y autor de la última historia de la CIA, “Legado de Cenizas”. Weiner, un premio Pulitzer del New York Times que lleva más de 20 años cubriendo los temas de espionaje en EE UU, analiza en su último libro los 60 años de vida de la Agencia Central de Inteligencia, sus mitos y sobre todo sus fracasos, mucho más numerosos que sus éxitos, según explica, que han “derrochado sangre y riqueza” y entre los que destacan la caída de la URSS, que nadie previó, y el 11-S, que nadie evitó. La clave para mejorarla es, entre otras cosas, crear una Universidad Nacional de Inteligencia.
-¿Por qué se han cometido tantos errores y no se han atendido las demandas de cambios que algunos informes reflejan?
-El problema de la CIA es el de todos los americanos, que no conocen otras culturas y no saben otros idiomas; siempre faltó coordinación entre la inteligencia, los militares y la diplomacia; y los presidentes la utilizaron como un instrumento de sus intereses. Quizás no se han escuchado las peticiones de cambio por falta de experiencia. La CIA llegó a alertar de que sin “cambios sustanciales y radicales” en la forma en que EEUU recopilaba y analizaba la información habría un “catastrófico y sistemático fracaso de la inteligencia”. Corría el 11 de septiembre de 1998, tres años más tarde, este fracaso se constató y se cobró más de 3.000 vidas. Tal vez cuando cumpla cien años sea un buen servicio.
-Durante el gobierno de Bush se ha acusado a la CIA de torturas y detenciones ilegales ¿es posible que un servicio de inteligencia sea respetuoso con los derechos humanos?
-Ese es el reto y ese debe ser el objetivo de la próxima administración de EEUU, limpiar la imagen del país para limpiar la mancha de la tortura y que sea posible reclutar agentesporque ahora es muy difícil. La última década ha sido el periodo más negro de la agencia. Es complejo desarrollar un servicio de inteligencia secreto en una verdadera Democracia pero ese debe ser el objetivo.
-En Irak, ¿la CIA creía realmente que había armas de destrucción masiva o todo fue una manipulación política?
-La Agencia depende mucho de servicios ‘amigos’ como los rusos, los sirios, los jordanos o los egipcios, a los que compra informacion ya traducida. En Irak, la Agencia realmente creía que había armas de destrucción masiva porque ese era el mensaje que Sadam Husein quiso transmitir a Israel e Irán e infiltró esa información que la CIA aceptó mientras rechazaba las evidencias que decían lo contrario.
-¿Cómo valora a los servicios secretos españoles?
España lleva de adelanto que ha tratado con los árabes durante seis siglos y conoce su cultura y eso es una ventaja ahora que una de las grandes amenazas es el terrorismo islámico.