20 jun 2011

Informe de la visita a la Santa Sede

Debate en la Comisión Permanente.
Sesión del 8 de junio de 2011 en la Comisión Permanente.
-EL C. SECRETARIO DIPUTADO CASTELLANOS RAMIREZ: De la Secretaría de Gobernación se recibió el Informe de la participación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, maestro Felipe Calderón Hinojosa, en la ceremonia de Beatificación del Papa Juan Pablo II, en la Santa Sede, del 30 de abril al 1° de mayo del año en curso.
-EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Esta Asamblea… A ver, senador Cleominio Zoreda, ¿con qué objeto?
-EL C. SENADOR RENAN CLEOMINIO ZOREDA NOVELO: (Desde su escaño)… solicitarle, muy amablemente, presidente, si la Secretaría pudiera dar lectura al Informe, para que lo conozca el pleno.
-EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Dé lectura al Informe, por favor, son dos páginas.
-EL C. SECRETARIO DIPUTADO CASTELLANOS RAMIREZ: Informe de la participación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, en la ceremonia de Beatificación del Papa Juan Pablo II.
Ciudad del Vaticano, 1° de mayo de 2011.
Primer punto. Desarrollo de la ceremonia.
La ceremonia de Beatificación del Papa Juan Pablo II, se celebró el 1° de mayo de 2011. Estuvo presidida por el Papa Benedicto XVI, en su calidad de Jefe de Estado de la Santa Sede y Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostólica Romana. El evento se llevó a cabo en la Plaza de San Pedro y fue abierto al público en general.
En virtud del extenso número de países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas y que el Papa Juan Pablo II, es reconocido como uno de los líderes mundiales de mayor influencia en el siglo XX, en la ceremonia de Beatificación estuvieron presentes Jefes de Estado y/o de Gobierno, delegaciones  oficiales de alto nivel de diversas naciones, así como representantes de casas reales de Europa.
Por la República  Italiana asistieron el Presidente Giorgio Napolitano y el Presidente del Consejo de Ministros, Silvio Berlusconi. La Unión Europea estuvo representada por el Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y por el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El Presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, encabezó la delegación, al ser el Papa Juan Pablo II de nacionalidad polca. De América Latina, entre otros, asistieron a la ceremonia el Presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa y el vicepresidente de Brasil, Michel Temer.
Participación de México.
La invitación al Presidente Felipe Calderón para participar en la ceremonia de Beatificación respondió a los estrechos vínculos de cooperación y respeto existentes entre México y la Santa Sede desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos Estados, en 1992, durante el Pontificado de Juan Pablo II, además de constituir un gesto significativo por la cercana relación que el extinto Papa cultivó con el pueblo de México a través de las cinco visitas que realizó a nuestro país.
La representación de México en esta ceremonia constituyó un claro mensaje del interés del Gobierno del Presidente Felipe Calderón e continuar fortaleciendo la operación con la Santa Sede en temas a los que nuestro país otorga una importancia prioritaria como la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, los migrantes, las personas con discapacidades, así como en la lucha contra la pena de muerte y la cooperación internacional para el desarrollo.
Asimismo, se confirmó la presencia de México en un acto plural en el que estuvieron representadas naciones tanto laicas como aquellas que tienen una religión oficial.
Al finalizar la ceremonia, el Papa Benedicto XVI conversó con el Presidente Felipe Calderón, quien invitó al Papa a realizar una visita oficial a nuestro país, lo cual daría continuidad a los vínculos de cooperación y respeto entre los dos estados.
El Presidente Felipe Calderón Hinojosa estuvo acompañado por su esposa, la licenciada Margarita Zavala, por la Secretaría de Relaciones Exteriores, Embajadora Patria Espinosa Cantellano, por la ciudadana Alejandra Sota Mirafuentes, Coordinadora de Comunicación Social del Gobierno de la República; por el Embajador de México ante la Santa Sede, ingeniero Héctor Federico Ling Altamirano; y por el General Diplomado de Estado Mayor, Juan Jesús Castillo, Jefe del Estado Mayor Presidencial.
También formaron parte de la comitivia el Arzobispo de Morelia, Michoacán, Monseñor Alberto Suárez Inda; el Obispo de Tehuacán, Puebla, Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, Monseñor Luis Artemio López Calzada de la Diócesis del Valle de Chalco, el padre Flor María Rigoni, Premio Nacional de Derechos Humanos 2006, y fundador de la Casa del Migrante en Tapachula, Chiapas, y Albergues de Migrantes en Nuevo Laredo Tamaulipas, de Ciudad Juárez Chihuahua y de Tijuana, Baja California, así como la señora Mónica Santamarina de Robles, Presidenta de la Fundación Quiera de la Asociación de Bancos de México, la cual apoya a instituciones que trabajan a favor de la infancia y jóvenes indigentes; y la madre Teresa de Jesús Martínez Orozco, directora del Colegio Nueva Galicia.
En el marco de su viaje, el Presidente Felipe Calderón sostuvo una reunión con el prestigiado politólogo italiano Giovanni Sartori, con quien dialogó sobre los avances y desafíos que enfrentan los regímenes democráticos contemporáneos, como la representación y participación ciudadana en la toma de decisiones de la política pública, Giovanni Sartori es reconocido a nivel mundial por sus aportaciones al fortalecimiento de la democracia y los sistemas de partidos políticos.
  Es cuanto, presidente.
-EL C. PRESIDENTE ARROYO VIEYRA: ¿Con qué objeto, senador Pablo Gómez?
EL C. SENADOR PABLO GÓMEZ ÁLVAREZ (Desde su escaño): Pues es obvio que con el objeto de hablar sobre el informe que se acaba de rendir. Si se rinde un informe a la Permanente, pues debe haber una deliberación, está el Orden del Día, el punto está en la mesa, hay que referirnos al mismo.
-EL C. PRESIDENTE ARROYO VIEYRA: Diputado César Augusto Santiago Ramírez.
-EL C. DIPUTADO CÉSAR AUGUSTO SANTIAGO RAMÍREZ (Desde su escaño): Si concede la palabra al senador Gómez, yo tendría muchísimo interés en participar también, en darle la opinión sobre ese informe.
-EL C. PRESIDENTE ARROYO VIEYRA: Hay varias Proposiciones con Punto de Acuerdo que abordan el tema. En estricto jure, el reglamento me obligaría a turnar este asunto a comisiones. Sin embargo, tenemos dos peticiones de uso de la voz.
Luego entonces, pregunte la Secretaría a la Asamblea, si se permite a esta presidencia abrir un turno de oradores.
 -EL C. SECRETARIO DIPUTADO CASTELLANOS RAMÍREZ: Consulto a la asamblea si se permite a la presidencia abrir un turno de oradores para que participen en relación al Informe que envió el Presidente de la República en su visita al Vaticano.
Quienes estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo levantando la mano. (La asamblea asiente) Quienes estén por la negativa,…Abstenciones.  Se aprueba abrir la ronda de oradores, presidente.
-EL C. PRESIDENTE ARROYO VIEYRA: Tenemos dos inscritos. Le preguntaremos a los otros grupos parlamentarios. Don Alejandro Zapata Perogordo también. Don Ricardo García Cervantes. Luego entonces es una tripleta de lujo.
 Tiene usted el uso de la voz, don Pablo Gómez.
 -EL C. SENADOR PABLO GÓMEZ ÁLVAREZ: Ciudadanas y ciudadanos legisladores. Recibir por parte del Congreso un informe de un viaje de Estado del Jefe del Estado, desde luego que abre inmediatamente la necesidad de una discusión. No creo que lo correcto sea mandarlo a comisiones, porque no se trata de dictaminar. No, la Constitución no dice que el Senado o la Permanente deban dictaminar sobre el informe.
 Este informe fue presentado a propósito de que hoy se iba a pedir su presentación. Los puntos de acuerdo han quedado sin materia, las propuestas de punto de acuerdo, porque ya se presentó el informe el día de ayer.
¿Qué contiene el informe?
Lo que ya sabemos. No nos informa de nada. Ese es el primer elemento que contiene el informe, que fue, estuvo, las personas que lo acompañaron y una entrevista que tuvo con un ingeniero en politología, nada más. Que cursó una invitación al Jefe del Estad del Vaticano.

 Yo tengo varias preguntas.
Primero, el estado vaticano, que es un estado con el que México tiene relaciones, es referido por la Secretaría de Relaciones Exteriores como al Santa Sede, cosa que el Estado mexicano no reconoce. El Estado mexicano no reconoce santidades como Estado. Como pueblo, como personas, como mexicanos sí reconocemos las santidades. Como Estado no reconocemos nada.
La pregunta siguiente es:
¿Qué tiene que hacer el Jefe del Estado donde de un Estado donde la Constitución proclama la separación histórica entre Estado e iglesia, la separación histórica entre Estado y la iglesia, dice el artículo 130?
Principio histórico, perdón, de la separación entre el Estado de la iglesia.
Ese principio histórico puede llevar al Jefe del Estado mexicano a un acto litúrgico como Jefe de Estado. El Estado mexicano puede participar a través de su Jefe en un acto litúrgico. No como persona, que desde luego pueda ir a misa cuantas veces quiera, con todo el respeto de todos los demás mexicanos y mexicanas, sino ir a un acto litúrgico en su carácter de Jefe de Estado, fue invitado al acto litúrgico, del cual no voy a hablar, porque no es un asunto de la materia del Estado mexicano, y no me voy a referir a eso.
Lo que nos interesa como órgano del Estado es que el Jefe del Estado fue a un acto litúrgico, fue invitado y acudió. Se dice que era público, que era abierto. Sí, pero él fue como Jefe de Estado, no como turista, no como asistente, y fue invitado en tal función.
Otros fueron, sí, el Jefe del Estado italiano, el Jefe del Estado polaco y el Jefe del Estado hondureño. Esos fueron los jefes de estado que concurrieron a esta ceremonia litúrgica en la Plaza de San Pedro.
Yo pienso que México debe mantener sus relaciones con el Vaticano como una decisión que se tomó en un determinado momento como parte de una solución parcial al problema de las relaciones entre el Estado mexicano y las iglesias, en especial la iglesia católica. Parte de esa solución parcial fue el reconocimiento del Vaticano como un estado, miembro de Naciones Unidas, Estado completamente atípico, estado completamente raro. Pero hay una Convención Internacional de admitirlo como estado, y México se sumó a eso, después de muchos años de resistencia.
Pero esto es una cosa y otra cosa muy distinta, es  que los dignatarios mexicanos, los hombres de estado, los representantes del Estado Mexicano acudan en su carácter de tales  a actos litúrgicos de la iglesia católica o de cualquier otra iglesia.
 Yo creo que es incompatible la presencia del Jefe del Estado en un acto litúrgico  si analizamos con cuidado la Constitución de México y si discutimos lo que significa el  principio histórico la separación del estado y la iglesia,  ese principio histórico no impide a ningún  miembro del estado tener las creencias religiosas y profesar la religión que quiera, como a cualquier otro mexicano y cualquier otra mexicana, lo que impide es que el Estado Mexicano,  tome parte  como tal en un acto de carácter litúrgico, porque eso ya es asumir una posición  de carácter religiosa y una práctica religiosa como institución de estado, lo que no puede ser, de acuerdo con las leyes de México.
Este principio histórico de preparación es el contenido básico del estado laico es la defensa de los creyentes, es la garantía de la libertad de creencias religiosas, es las garantía de la libertad para procesar cualquier religión y para no profesar religión alguna.
        El estado no toma parte de ese ámbito  que tampoco es privado, como dicen algunos, es absolutamente social,  nadie se inventa una religión personal ni la profesa, es una cuestión de orden social, como todas las religiones y la profesión de la fe religiosa es una cuestión también de orden colectivo y de orden social, pero no del estado, del estado es lo que no puede ser, exclusivamente.
        Por lo tanto, yo pienso que desde este punto de vista fue  una equivocación, y yo diría que un abuso de parte de Calderón porque  confunde  sus creencias propias  con su investidura  estatal, lo que no debe ser confundido, todo mundo debe respetar las creencias del señor calderón, pero como representante del Estado Mexicano no puede hacer exactamente lo que quiera, sino aquello para lo cual está autorizado, y para ceremonias litúrgicas no está autorizado   a representar al Estado  Mexicano.
        En una reunión con el Jefe del Estado Vaticano sí, pero eso ocurrió posteriormente y unos minutos, el motivo del viaje fue la presencia de Calderón en un acto litúrgico, y la idea que tenga Calderón o el significado de ese acto litúrgico es respetable, el mundo católico ha discutido el punto, el estado no tiene que ver en eso,  ni a favor, ni en contra, en la iglesia católica se levantaron voces diciendo que era inconveniente realizar ese acto de canonización, pero ese no es un asunto del Estado Mexicano, exclusivamente de la iglesia, y sin embargo Calderón lo convirtió en un asunto del Estado Mexicano, al dar su aval, su participación, su aceptación, su aplauso, etcétera, etcétera.
        Estamos metiendo al estado mexicano en asuntos y discusiones que corresponden exclusivamente a la iglesia católica, ¿a dónde lleva ese camino? ¿A dónde lleva ese camino? Creo que sería un error gravísimo continuar por ahí, gravísimo, el estado mexicano no debe participar en esos asuntos, ni a favor ni en contra, ni con comentarios, ni con representaciones, ni con  falta de ella, nada, absolutamente nada, así se traduce el principio histórico de separación del estado de la iglesia del que habla el artículo 130 de la Constitución y que la iglesia siga discutiendo la canonización de “Boityla”, lo cual no es asunto de nuestra incumbencia, como está.
        Muchas gracias por su atención.
        -EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Don César Augusto, tiene usted el uso de la voz.
        Me dice el Senador Gómez que le presta su tribuna.
        Senador Gómez.
        -EL C. SENADOR PABLO GOMEZ ALVAREZ (Desde su escaño): Creo que como broma fue buena en su momento, pero  recibir con la misma broma y usted haciéndose eco de la misma, pues ya empezó a chocar, esa tribuna es para los senadores que no formamos parte de la Mesa Directiva, las tribunas de arriba son para los senadores que forman parte de la Mesa Directiva y para los que no forman parte de la Mesa Directiva, y para todo aquel legislador que quiere hablar desde arriba.
        -EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Muchas gracias, Senador Gómez, por su gentileza.
        Tiene usted el uso de la voz.
        -EL C. DIPUTADO CESAR AUGUSTO SANTIAGO RAMIREZ: Con la disciplina que me es característica, señor Presidente, le pregunto  en cuál de las dos me ordena que hable arriba o abajo.
        -EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: La que usted guste, señor.
        -EL C. DIPUTADO CESAR AUGUSTO SANTIAGO RAMIREZ: Señoras y señores de la Comisión Permanente, yo creo que uno de los problemas que está en la esencia de la descomposición que vive el país es esta falta de respeto para la ley y su debido cumplimiento.
        Yo creo que no es un tema menor, no es un tema para que se le dé un trámite burocrático de turno a comisiones si no hay antes una discusión de su contenido tan importante.
        Yo quiero decirles a todos y recordarles que hace más de un año yo fui el autor con un grupo de diputados del PRI, de una iniciativa para poner definitivamente en la Constitución una iniciativa muy sencilla, donde está la definición conceptual del Estado Mexicano, poner el concepto laico, como una cuestión que nos hubiera evitado muchas dificultades.
        Ha sido un debate intenso desde la presentación de la iniciativa y ha sido también un acuerdo muy importante de la Cámara de Diputados que concluyó con que es necesario, yo diría indispensable que la Constitución reconozca plenamente su  estado laico, la iniciativa está en al Cámara de Senadores, ojalá y puedan resolverla pronto.
        Yo creo también, lo he dicho muchas veces, que el problema  que vive el país, deriva de una circunstancia que  hoy en este informe queda demostrado una vez más, la renuencia del Presidente Calderón a asumirse como Jefe del Estado  Mexicano, me da la impresión que no le gusta, no quiere ser Jefe del Estado Mexicano, él quiere ser comandante de su partido político y Jefe de las Fuerzas Armadas. Le gusta eso él quiere estar en la contienda cotidiana de los asuntos políticos que nos tocan a los políticos, no al Jefe del Estado Mexicano, él quiere estar en los medios machacona y reiteradamente haciendo alusiones de todo tipo  pagando claro, con los recursos públicos que todos aportamos.
        Pero no le gusta asumirse como Jefe del Estado Mexicano, porque el primer requisito para hacerlo es que debe entender que gobierna para todos, no nada más para los miembros de su partido, gobierna para todos, incluidos sus adversarios, y esta es una y esta es una definición consustancial a la idea de ser Jefe del Estado Mexicano, sino se asume este compromiso moral y ético, es natural que su desempeño no puede traducir esa esencia republicana de ser Jefe del Estado Mexicano. 
Ese es mi reclamo, no el hecho de que vaya por sus creencias o sus aficiones a ceremonias del tipo que quiera, no me interesa eso, no, no voy a discutir ese asunto, le toca discutirlos a los propios creyentes y a los que militan en esas confesiones religiosas.
Me interesa decirles que no podemos aceptar que el Jefe del Estado Mexicano acuda a una ceremonia estrictamente litúrgica de una iglesia que merece todo mi respeto.  La esencia de laicismo está en eso, de a favor de religión alguna, pero tampoco en contra de religión alguna; no se trata de privilegiar creencias y de desechar otras, se trata de contener un comportamiento republicano que reproduzca la esencia de nuestro ser nacional.
México, lo ha dicho el senador Gómez, tiene una larga tradición en la lucha para lograr la separación del Estado y la Iglesia Mexicana, yo creo que la historia es prolija en lo que le ha costado al país conseguir este principio. 
Hay ahí definiciones profundas que nos han permitido transitar como nación muy bien, que desde 57, cuando viene este trauma doloroso de las Leyes de Reforma, que concluyen con esta Constitución del 57, que garantiza la separación entre Iglesia y Estado, la convivencia mexicana ha mejorado porque hemos entendido que las cosas de la República son de la República y las de Dios son cosas de Dios.
Yo entiendo, entonces, que en esto debiéramos concluir con una respetuosísima “exhortación” al Presidente Calderón para que asuma su función de Jefe de Estado, que respete a los que militan en otros partidos políticos, como debe respetar a quienes militan en otras confesiones religiosas, que se ponga por encima, que haga honor a la Bandera Nacional, que suele ponerse en el pecho, que responda a los mexicanos como Jefe del Estado, ese es mi reclamo, ojalá que estén de acuerdo conmigo. Muchas gracias. (Aplausos).
-EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA:  Don Ricardo García Cervantes tiene usted el uso de la voz.
-EL C. SENADOR RICARDO GARCIA CERVANTES:  Con su permiso, presidente, compañeras y compañeros legisladores. Cuando se presenta un informe de una actividad, el titular del Ejecutivo federal, por supuesto que la función de esta Comisión Permanente, como un órgano de deliberación política, representativo de la integración del Congreso de la Unión, en sus recesos, es absolutamente válida. 
Empiezo, pues, por establecer no sólo la validez, la pertinencia, la legitimidad de las expresiones que en esta tribuna, como “reviertan”, como un órgano de deliberación política, frente aun informe.
Es también cierto que, es conocido, hubo de inscribirse puntos de acuerdo para solicitar el cumplimiento de una responsabilidad, de un deber constitucional por parte del titular del Ejecutivo, de remitir un informe de las gestiones de actividades realizadas en un país extranjero al cual visitó. 
Y no es solamente una visita, sino es una visita en calidad de titular del Ejecutivo y en nuestra estructura constitucional, Jefe del Estado Mexicano.  Es cierto, estaban inscritos, yo mismo conocí oportunamente e impulse el que se solicitar el cumplimiento de esa obligación de rendir un informe por escrito de las actividades realizadas en un país extranjero. 
Hasta este momento me he referido a un país extranjero, pero es un país extranjero en el que el Estado Mexicano, o con el que el Estado Mexicano tiene relaciones, ¿cómo las describe y como se conocen las relaciones entre los estados en el ámbito de la comunidad internacional? Son relaciones diplomáticas, las relaciones diplomáticas implican, por supuesto, una serie de deberes y derechos de carácter jurídico, pero implican también, y de manera principal, una relación de carácter político. 
México, tan reconoce la existencia del Estado Vaticano que aun que la Comunidad Internacional la reconocía, el Estado Mexicano no había tomado la decisión política con consecuencias jurídicas, de establecer relaciones con ese ente nacional e internacional.
Resulta que México soberanamente y siguiendo los procedimientos del Derecho Internacional, llega a tomar en su momento la decisión de sí establecer relaciones diplomáticas con el Estado Vaticano, cumplir con los deberes que ello impone y también gozar de los derechos que de ellos se derivan. 
Esa relación se perfecciona con el nombramiento mutuo de representantes de ambos estados en el territorio de los mismos, así México recibe a un embajador que queda debidamente acreditado por el Estado Vaticano frente al Estado Mexicano; y el Estado Mexicano acredita a un embajador mexicano frente al Estado Vaticano.
La Constitución establece, y también la Ley Orgánica o la Ley del Servicio de la Administración Pública, que el Jefe de la Diplomacia es el Jefe del Estado, y que para desarrollar todas las gestiones diplomáticas, por supuesto, tendrá a una dependencia, que es la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuyo titular lo auxiliará como secretario de despacho de esos menesteres, y no sólo eso, sino que a quienes representen al gobierno mexicano, en calidad de embajadores son ratificados por el Senado, es decir, es una actividad de Estado, la designación de representantes de nuestro país en países extranjeros.
No sólo participa el Poder Ejecutivo, sino también involucra la participación del Poder Legislativo a través del Senado con la ratificación.  Todo esto es sólo para decir que la relación con el Estado Vaticano es jurídicamente, tanto en el ámbito del Derecho Internacional, como en el  derecho interno, absolutamente “prístina”, es clara esa relación. 
Estamos en presencia de un debate inacabado que yo creo que valdría la pena ponerlo sobre la mesa y ponerlo sobre la tribuna ahora, porque el Congreso está tratando, y como bien lo decía el diputado César Augusto Santiago, este es un tema que bien resuelto permite la convivencia y la evolución de nuestra sociedad en la pluralidad, en la diversidad y con la posibilidad de “vernos” con respeto todas las creencias, todos lo credos, todas las confesiones en un estado laico.
Están ahí pendientes y están en debate, no conozco los términos de ese debate puntual. La inclusión en el artículo 40, del término laico, que está asociado la inclusión en el artículo 24, me refiero, ambos de la Constitución, de la libertad religiosa. 
E la diplomacia, es decir, este tema de la laicidad del Estado junto a la libertad de expresión, que son definiciones que deben de ir de la mano para dar certeza a los mexicanos, que de lo que se trata es de construir una posibilidad de que cada quien crea en lo que quiera, profese sus creencias de manera privada y  pública con todo tipo de garantías y derechos iguales a quienes profesan otras creencias y ejercen otros cultos.
Este esta ahí, pero oigo que ha suscitado este informe, han sido comentarios que por supuesto no sólo en el momento oportuno de esta sesión, sino en el derecho que cada legislador tiene de emitir su propia opinión, deben reducirse, y no lo digo de manera peyorativa o limitativa, a la consideración, a la reflexión personal o si se quiere de grupo parlamentario, pero también debe aceptarse que hay diferentes puntos de vista, miren, ¿cómo veo yo y creo que comparto con mi grupo parlamentario, la presencia del Presidente Felipe Calderón en el Estado Vaticano?
Dice el informe que es a invitación del  jefe de un estado extranjero, del Estado Vaticano para participar en un evento del Estado Vaticano, que sí efectivamente cae en el calificativo o en la descripción sustantiva de un acto religioso, de un acto litúrgico, tiene razón el Senador Gómez, es a lo que invita el Jefe del Estado Vaticano al Jefe del Estado Mexicano y de otros países.
Muy bien, es exactamente como si se invita o si se acepta ir a cualquier tipo de exequias o a cualquier tipo de participación frente a otro estado, que en el terreno de la diplomacia, y por efectos de carácter político   -que luego trataré de explicarlo, tomándome los 10, 11 minutos que tomó don Pablo, y que con la anuencia del Presiente- pero, y por supuesto, pero sí la invitación tiene el formato de asistir a un evento como si fuera una boda en donde se da dentro de un ritual o un reto religioso anglicano, musulmán, cristiano, católico, no lo sé; el formato es de contenido litúrgico.
El informe qué nos dice, que la consideración del presidente del Presidente en la que pueden estar ustedes de acuerdo o no, es su derecho, y lo han expresado, yo personalmente sí estoy de acuerdo en la valoración que dice el informe e hizo el Presidente de la República de su contenido político, Juan Pablo Segundo, Karol Wojtyla no es para México cualquier personaje; es alguien que trajo un mensaje de reivindicación de derechos humanos de los indígenas; es alguien que trajo para México también las reivindicaciones de los más pobres, y dice el informe que dándole ese sentido político a un acto diplomático, el Presidente de la República acudió.
Hombre, la verdad es que cuando aclaremos el alcance de poner en nuestro Artículo 40, Constitucional la obligación de ceñir las conductas de los gobernantes a un principio de laicidad que va acompañado también, como aquí se dijo, de la libertad de creencia y de expresión, muy bien, podemos todavía avanzar en la clarificación de estos temas.
Pero, hoy yo no le doy a la presencia del Presidente de la República ningún otro contenido que no sea diplomático y de reconocimiento de mensajes políticos.
El hecho diplomático es la aceptación  a un evento al que fue invitado por un Jefe del Estado, de un Estado con el que tenemos relaciones.
Pero era en un formato litúrgico como una boda, como un funeral, cuando hay ritos, pues sí, no son los ritos a los que van; el contenido político que yo personalmente extraigo de la presencia de varios jefes de estado y de muchas personalidades que no comparten la creencia religiosa o la filiación religiosa del catolicismo, y que estuvieron presentes, es porque tiene ese acto también un contenido político de reivindicación de causas que en Juan Pablo II, fueron nítidas, fueron claras, más allá de su condición de Jefe de una Iglesia, sus contenidos políticos son reivindicados por muchos mexicanos que vemos en la necesidad de proteger, salvaguardar, exaltar los derechos de los indígenas, de los más pobres, de los débiles, de la paz, y ese era el sentido, como cuando se va a un evento en donde se exaltan las virtudes de prohombres, como Martí; como vienen jefes de estado a México, y también hacen expresión del valor que tienen las, el legado que deja un Benito Juárez, un Miguel Hidalgo, y que son prohombres, que no viene el estado extranjero a rendir pleitesía, ni muchísimo menos a asumir subordinación, sino al reconocimiento de un mensaje político.
Esa es mi expresión, me parece que es absolutamente válido el que se dé la diplomacia atendiendo o rechazando invitaciones según se pueda y según se consideren sus efectos de carácter político.
Es cierto, no voy a negar que hace falta aclarar con toda puntualidad las características y las condiciones en las cuales se les pueda exigir a los gobiernos de todos los niveles, de todo signo, y de todo tipo un comportamiento frente a la definición de un estado laico, que así debe ser, así ha sido y nos ha costado, y debe perfeccionarse el Estado Laico Mexicano, acompañado de todas las libertades y garantías de la libertad de expresión privada y pública de nuestras creencias.
Muchas gracias, perdón Presidente.
- EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Gracias, senador. Esta Asamblea queda debidamente enterada, remítase copia de la documentación a las Comisiones de Relaciones Exteriores, y de Relaciones Exteriores Europa de la Cámara de Senadores a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, y a la Segunda Comisión de la Comisión Permanente.

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