16 feb 2015

El valiente vicario de Tripoli

Vicario Apostólico en Libia: 'No me voy, no abandono a los cristianos'
Monseñor Martinelli ha asegurado a Radio Vaticano: 'Mi misión es ser testigo de Jesús'. 
En medio de la situación extrema de los cristianos en Oriente Medio, las dificultades de la Iglesia en Libia han pasado casi desapercibidas ante la opinión pública mundial. Los fieles se enfrentan a su peor momento, desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi, debido a la inestabilidad social y a la ausencia de orden que ha permitido los enfrentamientos entre diferentes grupos armados por el control del país.
Preguntado por Radio Vaticano sobre si permanecerá en el país, el Vicario Apostólico de Trípoli, Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli ha afirmado este lunes que "¡tengo que quedarme! ¿Cómo voy a dejar a los cristianos sin nadie?". "Estamos aquí para ser testigos de lo que Jesús nos dice que hagamos. Y eso es todo", ha añadido. "Si no fuera por la fe, no estaríamos aquí", ha enfatizado.
Ante las graves circunstancias que está atravesando Libia, el prelado franciscano ha pedido a la comunidad internacional que sea "capaz de iniciar un diálogo con este país que está dividido". Asimismo, ha realizado un llamamiento a "ser instrumentos de unidad, sobre todo para el propio país y luego para el resto".
Martinelli ha lamentado también que "hemos pensado en tomar el petróleo, hemos pensado en nuestros intereses y nos hemos olvidado un poco del diálogo humano, sincero, entre las partes". En esta línea, ha apostado por un "diálogo fraterno entre civilizaciones".
Para el Vicario Apostólico de Trípoli, "los musulmanes podrían también hacer lo posible para encontrar una cierta serenidad". "No es fácil, esto, ahora no es fácil. Sin embargo, creo que es la única manera de hacer posible este encuentro", ha reconocido.
El prelado franciscano ha concluido sus declaraciones asegurando que la financiación de los yihadistas proviene de "los pozos de petróleo de Libia, los del Golfo Pérsico, etcétera".
Por su parte, las autoridades italianas han anunciado el domingo el cierre temporal de su embajada en Trípoli "por el empeoramiento de las condiciones de seguridad" en Libia y ha repatriado por vía marítima a su personal.
Durante las últimas semanas el Gobierno italiano ha recordado a sus ciudadanos la recomendación de abandonar temporalmente el territorio libio por la "creciente inestabilidad" sobre el terreno.
La caída de Sirte (segunda ciudad del país, 400 kilómetros de Trípoli), que también está en manos del ISIS, ha sido considerado un hecho particularmente grave por los servicios italianos presentes en Libia, donde en gran parte del territorio nacional hay choques entre diferentes grupos y milicias armadas.

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