La
Desaparición forzada y el genocidio/ discusión en San Lázaro
• Jornada Internacional contra la
Desaparición Forzada y el Genocidio en San Lázaro, 12 de febrero de 2015.
• La Jornada estuvo dedicada a analizar
el caso de Chile, asistió el embajador.
El
flagelo de la desaparición forzada y el genocidio no es un asunto menor ni está
resuelto, por lo que México debe asumir los compromisos internacionales y poner
en marcha el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, así como una ley que
atienda a las víctimas, afirmó este jueves el presidente de la Cámara de
Diputados, Silvano Aureoles Conejo (PRD).
Al
encabezar la Jornada Internacional, Aureoles
sostuvo que dichas tareas son urgentes para nuestro país y obligación
particular de servidores públicos, además de que la problemática “no puede
quedar solamente en pronunciamientos mediáticos”.
“No puede seguir habiendo familias enlutadas,
cuyos seres queridos desaparecieron, como si no contaran como seres humanos,
hombres y mujeres”, enfatizó, por lo que “debemos hacer todo lo que esté a
nuestro alcance para encontrar soluciones de fondo y a largo plazo”.
Aureoles
Conejo consideró que el Registro Nacional de Personas Desaparecidas debe ser
uniforme, confiable y contar con las certificaciones correspondientes, en
virtud de que difieren las cifras de víctimas que reportan tanto sus familiares
como los organismos del Estado.
Por
otra parte, se precisa de una ley para proteger los derechos de las víctimas de
desaparición y desaparición forzada, ya que en estados de la República que
padecen esta situación, sostuvo, persiste la idea de que no existen normas en
la materia, ni autoridades responsables de velar por los derechos de las
víctimas.
Aureoles
Conejo consideró que se requiere un espacio particular para revisar el
lamentable caso chileno que derivó del golpe militar contra Salvador Allende y
que determinó el rumbo de esta nación sudamericana en lo social, cultural,
político y económico.
“Debemos encontrar la dirección en común para
impedir que estos hechos se repitan”, sostuvo, y reiteró que para la Cámara de
Diputados estos temas tienen gran relevancia, ya que la desaparición forzada
“sigue siendo un problema que lastima a nuestros pueblos”.
En
su intervención, la diputada Magdalena Núñez Monreal (PT) – impulsora del
foro- señaló que a partir de reconocer
los derechos humanos, los legisladores se han preocupado por construir un marco
jurídico para su defensa.
En
su turno, el promotor de la paz y defensor de los derechos humanos, Alfredo
Rojas Díaz Durán, expresó que el objetivo de la jornada es crear una conciencia
social en contra de la desaparición forzada, la persecución y la violación de
los derechos humanos. Precisó, además, que la intención es construir y
compartir propuestas concretas con los legisladores, y a través de eso,
edificar una plataforma en defensa de los derechos y eliminar la desaparición
forzada y genocidio.
Por
su parte, el investigador Katu Arkonada, subrayó que América Latina vive
momentos complejos de violencia, sumado a la crisis estructural acontecida a
nivel mundial. Respecto a México, comentó, “presenta casos violentos que van
más allá; vemos situaciones con mismo nivel de salvajismo que usa el estado
islámico”
Puntualizó
que para combatir la desaparición forzada y el genocidio se deben desarmar
entramados sociales, políticos y culturales, y al mismo tiempo reflexionar
sobre el funcionamiento de los sistemas socioeconómicos de cada nación, pues,
aseguró, no sólo se trata de violación a los derechos humanos.
En
su participación, el periodista de La Jornada, José Steinsleger, subrayó que es
indispensable reformular los sistemas jurídicos de los estados modernos para
garantizar el respeto a los derechos individuales.
Consideró
que el escenario de tragedia que vive México no es de violencia descontrolada,
sino “la ejecución de una doctrina de pavor y miedo; lo que sucede en México es
para generar un estado de no movilización”.
Enrique
González Ruíz, presidente de la Comisión de la Verdad (en Guerrero), sostuvo
que la desaparición forzada se comete con la protección y el poder del Estado,
el cual garantiza recursos suficientes, armamento e impunidad para que se
perpetre, con el objetivo primordial de lastimar a todos los habitantes; por
eso es un crimen de lesa humanidad.
Hizo
votos por que la Cámara de Diputados legisle en la materia y se establezca un
confiable Registro Nacional de Desaparecidos, y no sea utilizado con fines
políticos.
El
embajador de Chile en México, Ricardo Núñez Muñoz, resaltó la importancia de
que este delito no prescriba, cuyos efectos psicológicos no se superan en una
generación.
Subrayó
que en Chile se han confirmado mil 193 desapariciones tras el derrocamiento del
presidente Salvador Allende, en 1973, por lo que existen más de 120 militares
condenados a cadena perpetua, mediante la aplicación de las leyes, ya que
reconocer y respetar los derechos humanos proviene de los ciudadanos y de
ningún grupo político, sostuvo.
Al
tomar la palabra, el coordinador del grupo parlamentario del PT, Alberto Anaya,
aseveró que en México existen muchas cosas qué lamentar dado el proceso de
descomposición que se observa en varias partes de la República: “una colusión
de las autoridades con el crimen organizado, binomio que a veces se convierte
en uno sólo”.
Según
datos oficiales, refirió, 75 por ciento de los municipios del país se
encuentran infiltrados por las bandas de la delincuencia, lo que constituye
“una verdadera catástrofe de Estado fallido, incapaz de hacer respetar los
derechos”.
Dijo
que el caso de Ayotzinapa que, opinó, “debe ser considerado de lesa humanidad y
castigado en los tribunales internacionales”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario