Papa
Francisco bromea: “Estoy anciano y un poco enfermo… ¡pero no mucho!”/Marta Jiménez
El
Papa Francisco durante la visita a la parroquia Reina de la Paz (Ostia-Italia)
/ Foto: L'Osservatore Romano
VATICANO,
04 May. 15 / 10:26 am (ACI/EWTN Noticias).- El domingo 3 de abril durante una
visita pastoral a Ostia Lido -ciudad costera al oeste de Roma-, el Papa
Francisco protagonizó un enternecedor encuentro con las personas mayores, con
quienes bromeó diciendo: “Recen por mí, estoy un poco enfermo y viejo, ¡Pero no
demasiado!”.
Con
su característico sentido del humor, el Pontífice, de 78 años de edad, continuó
el encuentro comentando las bondades del clima. “Esta es una jornada de
tentaciones, podríamos irnos a la playa con este sol, pero en la vida hace
falta tomar elecciones”, señaló.
El
Papa viajó a Ostia para celebrar la Misa en la parroquia Santa María Reina de
la Paz, donde encontró a los ancianos, enfermos, jóvenes, y esposos que
bautizaron a sus hijos durante el año. “Que no falte la transmisión de la fe,
su luz es la mejor herencia que podemos dar a los niños junto al testimonio
cristiano”, dijo el Pontífice invitando a guiar en la fe a los pequeños, sin
esperar a “la Primera Comunión”.
El
Santo Padre también confesó a cuatro penitentes y visitó por sorpresa la
caravana de las Hermanitas de Jesús, de la familia espiritual Carlos de
Foucauld, un grupo de religiosas que viven dentro de un parque de atracciones
cercano a la parroquia, donde asisten a los trabajadores y a las personas que
lo gestionan.
Durante
la homilía el Pontífice explicó el sentido de la parábola evangélica de la vid
y los sarmientos. “Una palabra que Jesús repite a menudo -dijo el Papa- es
permanezcan en mí. Y precisamente la vida cristiana significa permanecer en
Jesús. Y Él, para explicarnos bien lo que significa utiliza la figura hermosa
de la vid. Cada rama que no está unida a la vida muere, no da fruto. Los
sarmientos unidos a la vid reciben el jugo de la vida y así crecen y dan fruto.
Una sencilla imagen, permanecer en Jesús es unirse a Él para recibir la vida,
el amor, el Espíritu Santo”.
“Todos
somos pecadores -continuó el Pontífice-, pero si permanecemos en Jesús el Señor
viene, nos poda un poco para que podamos dar fruto: Él siempre cuida de
nosotros, pero si nos separamos de Él no somos más que cristianos de palabra,
pero no de vida, somos cristianos muertos porque no damos fruto”.
En
este sentido el Papa invitó a “permanecer en Jesús, que quiere decir tener el
deseo de recibir su vida, su perdón. Significa buscar a Jesús, rezar, significa
acercarse a los sacramentos, hacer lo que hizo Jesús, tener su mismo
comportamiento: entonces cuando nosotros chismeamos no permanecemos en Él,
cuando engañamos con negocios sucios que están al alcance de todos somos como
sarmientos muertos. Permanecer en Jesús es hacer el bien, rezar, ayudar a los
pobres y los enfermos, tener la alegría del Espíritu Santo”.
Asimismo,
Francisco desafió a los fieles con una pregunta: “¿Yo permanezco en Jesús? ¿Soy
lejano a Jesús? Hay quienes se dejan ver como sus discípulos, y luego hacen lo
contrario: son los sarmientos hipócritas. Quizá van el domingo a Misa, hacen
ver una imagen pía, pero después viven como paganos. Jesús los llama hipócritas.
Jesús es bueno y los invita a permanecer en Él. Si resbalamos en el pecado nos
perdona porque es misericordioso. Quiere que permanezcamos en Él y que no
seamos hipócritas. Y con esta la vida cristiana puede continuar”.
“Si
permanecemos en Él tendremos eso que pedimos. Hace falta fortaleza en la
oración. Si la oración es débil, no da frutos porque el sarmiento no está unido
a la vid. Si en cambio va unido a la oración se hace omnipotente, y esta
omnipotencia proviene del permanecer en Jesús. ¡Que el Señor nos done esta
gracia!”, concluyó el Santo Padre.
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