Rául
Castro en el Vaticano: "El Papa está haciendo que vuelva a ser
católico"
Por
Elisabetta Piqué | LA NACION, 10 de mayo de 2015
Castro y una distendida charla de 55 minutos
con el Papa. Foto: EFE
ROMA.-
"El Papa está haciendo que vuelva a ser católico", reveló hoy el
presidente de Cuba, Raúl Castro, después de reunirse a solas con Francisco en
el Vaticano durante 55 minutos, un tiempo largo, que superó el encuentro que
Jorge Bergoglio había tenido con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
en marzo del año pasado, 52 minutos, pero con interprete.
"Salí
impresionado por su sabiduría, por su modestia y todas las virtudes que sabemos
que tiene. Yo, y el círculo dirigente de mi país, leo todos los días los
discursos del Papa. Y le dije que si sigue hablando así volveré a rezar y
volveré a la Iglesia católica y no es broma", dijo Castro más tarde a la
prensa, tras entrevistarse con el premier italiano, Matteo Renzi, en Palazzo
Chigi.
"Soy
comunista y como saben en el pasado uno no podía ser miembro del Partido
Comunista si era católico", explicó. Castro, hermano menor de Fidel, de 83
años, no ocultó su entusiasmo por el encuentro con Francisco, que definió
"muy agradable". "Él es jesuita y yo también fui a una escuela
jesuita y hay un sacerdote famoso en América latina, Frei Betto, más joven que
yo, a quien le dije: 'Frei Betto, yo oí más misas que tú y cuando el Papa vaya
a Cuba en septiembre yo iré a todas las misas con satisfacción", también
dijo.
Durante
los 55 minutos a solas -un tiempo muy largo-, el presidente cubano le agradeció
al Papa su "rol activo en favor de una mejora en las relaciones" con
Washington.
Vestido
de traje azul oscuro y corbata al tono y procedente de una gira que lo llevó
antes a Argelia y Rusia, Castro se reunió con el Pontífice en el estudio
adyacente al Aula Pablo VI, en el Vaticano, el mismo lugar en el que será
recibida la presidenta Cristina Kirchner el 7 de junio próximo.
En
el cara a cara, el primero entre ellos, también se habló del viaje que el
Pontífice hará a la isla caribeña en septiembre, en una significativa escala
previa al viaje a Estados Unidos.
"Le
presenté los sentimientos del pueblo cubana a la espera y en la preparación de
la visita a la isla de septiembre próximo", indicó Castro a los
periodistas.
Como
el encuentro, "muy cordial", según indicó el padre Federico Lombardi,
vocero de la Santa Sede, superó los cincuenta minutos y Castro tenía programado
un encuentro con Renzi, el saludo a la delegación que lo acompañaba, de unas
diez personas, y el posterior intercambio de regalos, que tuvo lugar en otro
salón, fue muy breve.
El
presidente cubano le regaló al Papa una medalla que se hizo por los 200 años de
la catedral de La Habana. "Sólo se hicieron 25 ejemplares", le
detalló al Papa, según pudo oír La Nación, presente en el reducido pool de
periodistas que cubrió el encuentro. Por su parte Kcho, un artista cubano de
renombre presente en la delegación, le obsequió una pintura inspirada en la
visita que hizo Francisco a la isla de Lampedusa y en su compromiso con los
inmigrantes y refugiados. En la tela puede verse una cruz formada por diversas
barcazas y debajo, una persona arrodillada que reza.
Como
suele hacer con todos los presidentes, el Papa le regaló a su turno a Castro la
Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del
Evangelio), "donde hay unas de esas declaraciones que le gustan a
usted", le dijo, dejando trascender que durante los 55 minutos se habló de
temas sociales y económicos. Además, le obsequió un medallón con la imagen de
San Martín de Tours que con su manto cubre a los pobres: "me gusta mucho
regalar esto porque es una intuición de lo que tenemos que hacer: cubrir la
miseria de nuestra gente y después promover su dignidad", le explicó.
Como
siempre, el Papa acompañó hasta la puerta y se quedó allí hasta que el auto
oficial de Castro no desapareció de su vista..
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