Rubén
Espinosa y las cuatro mujeres recibieron cada uno un tiro de gracia
Asesinado
en México un fotoperiodista que había recibido amenazas
PABLO
DE LLANO
El País, México 3 AGO 2015
La
Fiscalía de México DF ha confirmado la identidad del fotorreportero de 31 años
Rubén Espinosa, asesinado este viernes en un homicidio múltiple en un
apartamento de la capital junto a cuatro mujeres, entre ellas una amiga que lo
había invitado a una fiesta en esa casa el jueves por la noche. El periodista
se había trasladado en junio a México DF desde el Estado de Veracruz, foco rojo
de la violencia contra la prensa y dónde él, especializado en cobertura de
movimientos sociales y activista contra las agresiones a su gremio en la zona,
aseguró que su vida peligraba.
"Los
cuerpos presentaban cada uno una herida en la cabeza por disparo de arma de
fuego y excoriaciones en diversas partes del cuerpo", dijo el fiscal
Rodolfo Ríos. Espinosa y las cuatro mujeres recibieron un tiro de gracia. Según
testimonios de amigos del periodista su hermana dijo el sábado cuando reconoció
su cadáver que también tenía dos balazos en el pecho y que lo habían golpeado
en la cara. Versiones extraoficiales señalan que todas ellas fueron violadas,
extremo al que el fiscal no aludió pero que podría tener que ver con su mención
a que uno de los marcos de averiguación preliminares que barajan es el
feminicidio.
La
Comisión Nacional de Derechos Humanos ha reclamado que se analice en profundidad
la posible relación del caso "con la labor periodística del
fotorreportero". La ONG internacional en defensa de los periodistas
Artículo 19, a la que Espinosa alertó de su situación en junio igual que al
estadounidense Comité para la Protección de los Periodistas(CPJ), sostiene que
se trata de un crimen contra la libertad de expresión y acusa de negligencia al
Gobierno: "La violencia que él había sufrido era conocida públicamente,
por lo que el homicidio se produjo sin que las autoridades encargadas de
proteger periodistas en este país movieran un solo dedo a su favor".
En
los Estados de Veracruz, Jalisco y Oaxaca y en México DF ha habido
concentraciones este domingo exigiendo "justicia" por el crimen. En
la de la capital participó la hermana de Espinosa. "Él siempre estuvo a
favor de la verdad. Te fuiste como un guerrero. Te amo hermano", dijo.
El
caso de Espinosa, que trabajaba como freelance para la revista Proceso y para
la agencia Cuartoscuro, ha conmocionado al gremio periodístico mexicano, que
clama desde hace años contra la violencia impune contra la prensa. Otros
asesinatos que lo sacudieron especialmente y ocurridos también en Veracruz
fueron en 2014 el de Gregorio Jiménez, epítome del reportero de provincia mal
pagado (dólar y medio por nota) y desprotegido en un entorno local de
criminalidad y corrupción policial, y el de 2012 de Regina Martínez, con tres
décadas en el oficio y corresponsal en la zona de Proceso, el mismo semanario
de investigación con el que colaboraba Espinosa.
Veracruz
es considerado el Estado más peligroso para ejercer el periodismo en México,
con 15 muertos desde 2011 bajo el mandato de Javier Duarte, un controvertido
gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Estando ya en México
DF, durante el mes de julio, Espinosa había sido severo con el Gobierno
veracruzano: “Es triste pensar en Veracruz, no hay palabras para decir lo mal
que está ese Estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que está la corrupción.
La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”, criticó en una
entrevista.
El
fiscal ha enfatizado que “se agotarán todas las líneas de investigación” y como
único detalle concreto de las averiguaciones ha dicho que además de los
homicidios hubo “un saqueo” del apartamento. Ríos se ha reunido con las
organizaciones Artículo 19, Pen Internacional y Periodistas de a Pie, junto con
representantes de Proceso y Cuartoscuro, para expresarles su compromiso de
esclarecer el motivo de lo ocurrido y de dar con los responsables.
La
identidad de las cuatro mujeres asesinadas con el periodista aún no se ha hecho
oficial, pero han trascendido los nombre de dos de ellas. Una era amiga de
Espinosa y se llamaba Nadia Vera. Licenciada en Antropología Social, tenía 32
años y había sido activista del movimiento estudiantil #YoSoy132 cuando miles
de universitarios salieron a las calles ante las elecciones de 2012 para exigir
transparencia institucional y una democratización mayor del sistema.
El
asesinato de Espinosa, séptimo de un informador en lo que va de año vuelve a
poner los focos sobre la violencia contra la prensa en México, considerado por
Reporteros sin Fronteras en 2014 como el país americano más mortífero para el
periodismo y en el que según cifras oficiales desde el año 2000 han sido
asesinados al menos un centenar de reporteros.
#
Asesinado
en México un fotoperiodista que había recibido amenazas
'Violencia
contra periodistas de norte a sur', por JAVIER GARZA RAMOS
P.
DE LLANO / D. M. PÉREZ
El País, México 2 AGO 2015
El
fotoperiodista Rubén Espinosa, de 31 años, que recientemente había denunciado
que su seguridad estaba en riesgo por su trabajo en Veracruz, el Estado más peligroso
para el ejercicio del periodismo en México, fue hallado muerto este viernes en
un piso de la capital, México DF, junto a los cadáveres de cuatro mujeres,
todos ellos con impactos de bala.
Espinosa,
especializado en la cobertura de movimientos sociales y activista contra las
agresiones a la prensa en Veracruz, había dicho en una entrevista al portal
Sinembargo que en junio empezó a seguirlo gente sospechosa y decidió moverse
por seguridad a México DF. El fotógrafo, que trabajaba como freelance para la
revista Proceso y la agencia Cuartoscuro, alertó de su situación a la ONG
internacional en defensa de los periodistas Artículo 19 y al Comité para la
Protección de los Periodistas (CPJ) con base en Nueva York. "Yo no confío
en ninguna institución del Estado, no confío en el gobierno, temo por mis
compañeros, temo por mí", afirmó.
Este
sábado por la mañana había trascendido el homicidio de cinco personas en un
piso de la céntrica colonia Narvarte de la capital, pero no se conocieron
detalles precisos hasta que por la tarde Artículo 19 y la revista Proceso
informaron de que una hermana de Espinosa había reconocido su cuerpo en el
servicio forense con golpes en la cara y con dos balazos en el pecho.
La
Fiscalía de México DF ha confirmado oficialmente este domingo en una rueda de
prensa la identidad del fotógrafo asesinado. El fiscal Rodolfo Ríos ha
enfatizando que “se agotarán todas las líneas de investigación” y como único
detalle concreto de las averiguaciones ha aportado el detalle de que además de
los homicidios hubo “un saqueo” del apartamento. Ríos se ha reunido con las
organizaciones Artículo 19, Pen Internacional y Periodistas de a Pie, junto con
representantes de Proceso y Cuartoscuro, para manifestarles su compromiso de
esclarecer el motivo de lo ocurrido y de dar con los responsables.
Las
autoridades llegaron al lugar de los hechos el viernes por la noche alertadas
por otra chica que vivía en ese piso y que se encontró con lo sucedido al
volver de trabajar. Según testimonios de amigos cercanos a Espinosa recabados
por este diario, los hechos ocurrieron en algún momento pasadas las dos de la
tarde del viernes. Uno de sus amigos se comunicó con él por mensajes a esa
hora. Espinosa, que había ido a la casa de sus amigas el jueves por la noche
para una fiesta y había dormido allí, le dijo que iba a salir ya hacia casa de
sus padres, donde vivía desde que se fue de Veracruz, y que más tarde volvería
a contactarlo.
"Lamentablemente
han encontrado su oportunidad, y la han aprovechado", dice un amigo de Espinosa
Pasó
un día hasta que este sábado sobre las dos de la tarde una hermana del
reportero llamó a ese amigo para preguntarle si sabía algo de él. Empezaron a
buscarlo. Ella llamó a otro amigo más que había ido el jueves por la noche a
esa casa, pero que no había dormido allí, y al cabo de un rato fueron al
edificio para ver si estaba. Al llegar se encontraron con la policía
trabajando. Se llevaron a la hermana al centro forense y allí identificó el
cadáver.
Otro
amigo de Espinosa, que estuvo con él jueves cubriendo un acto judicial, cuenta
que estaba "tranquilo" y dándole vueltas a la posibilidad de volver
de nuevo a trabajar en Veracruz, aunque no se sentía seguro. "Yo le dije
que mejor se quedara, para no darle a quien fuera la oportunidad de hacerle algo
allá. Pero lamentablemente han encontrado su oportunidad, y la han
aprovechado".
Según
sus amigos las amenazas que recibió Espinosa en junio en Veracruz fueron
explícitas: "Le tomaron fotos de frente afuera de su casa y le hicieron
señas con el dedo de que mejor estuviese callado". En la entrevista con
Sinembargo el reportero definió a quienes lo vigilaban como "tipos mal
encarados" que iban vestidos de negro.
Veracruz:
foco rojo para los periodistas
Veracruz,
donde Espinosa -nacido en México DF- trabajaba desde hace siete años, es un
Estado con fuerte presencia del crimen organizado, en especial del cartel de
origen paramilitar de Los Zetas, y un foco rojo de la libertad de expresión en
México. Desde 2011, con el gobernador del PRI Javier Duarte a cargo, han sido
asesinados en su territorio 15 reporteros, uno de ellos la corresponsal de
Proceso Regina Martínez, con 30 años en el oficio, que apareció estrangulada en
su casa de Veracruz. Las autoridades concluyeron que fue víctima de un robo o
de un crimen pasional. A principios de 2015 tras una campaña de presión civil
el Hay Festival decidió abandonar su sede en la ciudad veracruzana de Xalapa
por los ataques a la prensa.
En
la entrevista que concedió hace un mes Espinosa subrayó la crisis de seguridad
que atravesaba el Estado: "Es triste pensar en Veracruz, no hay palabras
para decir lo mal que está ese Estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que
está la corrupción. La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”.
El
asesinato marca otro salto en la violencia contra periodistas por su crudeza y
por suceder en la capital
En
2014 México fue el sexto país del mundo con más periodistas asesinados y el más
mortífero del continente americano, según Reporteros Sin Fronteras. Ocupa el
lugar 148 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa,
en el mismo escalón que Afganistán. El Gobierno mexicano ha registrado la
muerte de más de 100 periodistas desde 2000. En lo que va de año, contando a
Espinosa, ya han sido asesinados siete reporteros.
Ante
la vulnerabilidad de los periodistas mexicanos, sobre todo de aquellos que
trabajan en medios locales en regiones asoladas por el narco y la corrupción
policial, el Gobierno creó en 2012 un mecanismo para la protección de
reporteros que no ha logrado funcionar. En 2014 su primer encargado renunció y
los resultados por entonces eran decepcionantes: de las 152 solicitudes de
protección que había recibido un 58% (88 casos) ni siquiera había llegado a ser
analizado por la junta que debe decidir si se otorgan al periodista medidas de
protección.
El
asesinato de Rubén Espinosa y de las cuatro mujeres que estaban con él marca un
nuevo salto en el panorama de violencia contra periodistas por su crudeza y por
haber ocurrido en un barrio de clase media del centro de la capital, que hasta
ahora se suponía a buen recaudo de los extremos criminales de otras regiones
sin su nivel de desarrollo y de presencia institucional. La reacción en las
redes sociales el sábado por la tarde fue veloz y enseguida fraguó una
convocatoria de protesta para este domingo en México DF con el lema
#JusticiaParaRubén.
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