Benedicto XVI hacia EE UU

Benedicto XVI y Gerge W. Bush.

Para Benedicto XVI su visita a EE UU será una "experiencia misionera" con la que busca promover "un momento de renovación espiritual para todos los estadounidenses". Así lo explicó a los miles de peregrinos congregados este domingo en la plaza de San Pedro del Vaticano en su último acto multitudinario antes de abordar el avión Shepherd One que le llevará a la Base militar Andrews de Washington DC.

El Papa dijo "este martes dejaré Roma para emprender mi visita a la Organización de las Naciones Unidas y a los Estados Unidos de América. Mi intención es la de compartir la palabra de vida de Nuestro Señor con los diferentes grupos que encontraré (...) Queridos hermanos y hermanas: os pido que recéis por el éxito de mi visita de manera que sea un momento de renovación espiritual para todos los estadounidenses. Sobre cada uno de vosotros imploro la protección y la guía de Jesús, Buen Pastor."

En efecto, del 15 al 20 de abril visitará las ciudades de Washington y Nueva York, en donde visitará la sede de las Naciones Unidas y pronunciará un esperado discurso.

Por cierto, el presidente George W. Bush, ha decidido darle una atención especial, sobre todo irá a recibirlo al aeropuerto, algo que no ha hecho con nadie. El presidente explicó por qué ha decidido brindarle al Papa un tratamiento especial, "en primer lugar, él habla en nombre de millones de personas. En segundo, no viene como político, viene como un hombre de fe", dijo Bush a la cadena católica EWTN en una entrevista transmitida el viernes.

Además, dijo que quiso honrar la convicción de Benedicto XVI de que "hay cosas buenas y malas en la vida, que el relativismo moral acarrea el peligro de minar la capacidad de tener sociedades más libres y con mayor esperanza".

Dialogo sobre Fe y Razón:

De hecho Benedicto XVI y George Bush continuarán una conversación sobre fe y razón que habían comenzado, el 9 de junio de 2007 en el Vaticano, fecha de su última entrevista. En aquella ocasión, ambos concordaron en "la importancia de la fe y de la razón para alcanzar objetivos comunes".

Estos objetivos comunes, dijo un comunicado de la Casa Blanca, está el "avanzar en la paz en Oriente Medio y en otras regiones, promoviendo el diálogo interreligioso, y reforzando los derechos humanos, la libertad, en particular, la libertad religiosa en el mundo"

Tanto el Papa como Bush coincidieron en subrayar la necesidad de una sana relación entre fe y razón para supear la violencia, justificada en motivos religiosos, en particular el terrorismo.

La agenda en Washington incluye una ceremonia oficial de bienvenida en la Casa Blanca a donde acudiran una multitud de hasta 12,000 personas, la cual incluirá la interpretación de los himnos de EE UU y la Santa Sede y un saludo de 21 cañonazos.

Ambos hombres harán declaraciones a los asistentes antes de reunirse en la Oficina Oval.
Dicen los analistas que será la mayor cantidad de público en la Casa Blanca durante la presidencia de Bush. Incluso superará por mucho a las personas que acudieron a principios del año pasado para ver a la reina Isabel II, cuando se registraron unos 7,000 asistentes.

Por cierto, la reunión en la Casa Blanca ¿coincidirá? con el cumpleaños 81 del pontífice, y el menú honrará su nacionalidad alemana con comida estilo bávaro.

Será la segunda visita en la historia de un Papa a la Casa Blanca. Juan Pablo II visitó al presidente Jimmy Carter, en octubre de 1979, al final de su primera visita a ese país.

Al margen:

Dice una nota de Jorge A. Bañales para la agencia EFE -publicado en El Nuevo Herald- que Ratzinger visita por primera vez con tiara papal su ''rebaño'' mucho más obediente ahora que hace dos décadas. Agrga que la Iglesia católica en ese país continúa, todavía, resquebrajada -tanto en prestigio como en finanzas- por los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes y el encubrimiento de esos delitos auspiciado por su jerarquía durante décadas.

Y que si la la proporción de habitantes de EE UU que se identifica como católica se ha mantenido en el 25 por ciento del total a pesar de las deserciones durante tres décadas, ello se debe en gran medida a la capacidad de la Iglesia católica para atraer conversos.
Otro factor importante en este proceso es la inmigración: casi la mitad de los inmigrantes en EE UU la fe católica, y el 82 por ciento de los inmigrantes católicos proviene de América Latina. Según el Centro Pew el 52 por ciento de los inmigrantes católicos es oriundo de un solo país: México.