6 ago 2008

¡Por qué hasta ahora, Marcelo?

Columna Itinerario Político/Ricardo Aleman
Publicado en El Universal (www.eluniversal.com.mx), 6 de agosto de 2008;
¿Por qué hasta ahora, Marcelo?
Secuestro y narco, solapados por policías y judiciales del DFEbrard debe garantizar la
seguridad de sus patrones, los mandantes
Debieron ocurrir escándalos como el New’s Divine, por un lado, y el secuestro y asesinato de Fernando Martí, por el otro, para que Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, descubriera las cloacas sobre las que montó su gabinete de seguridad.
¿Por qué hasta ahora, Marcelo? ¿Por qué desde el 5 de diciembre de 2006 y hasta el 20 de junio de 2008 nadie se percató de la anarquía, la corrupción, la complicidad criminal de no pocos mandos y efectivos de la SSP y la PGJDF? ¿Por qué ese nivel de descuido, de valemadrismo? ¿Dónde están los controles, las alarmas, los mecanismos de reacción ante cuerpos policiacos ineficaces, corruptos y metidos a negocios perversos como el secuestro y el crimen?
Ya quedó claro que en el escándalo del New’s Divine los señores Joel Ortega y Félix Cárdenas fueron responsables —por lo menos en la parte ética, según la CDHDF—, los que pagaron con sus cargos. ¿Pero no el ex procurador Félix Cárdenas también tiene responsabilidad en el secuestro y crimen de Fernando Martí, al no haber detectado que judiciales del GDF estaban implicados en una banda que secuestra y asesina? ¿O nos van a salir con el cuento de que en esta ocasión el ex funcionario tampoco tiene culpa alguna?
¿Por qué hasta ahora, Marcelo? Por qué no hacer una purga en la judicial del DF, si era un secreto a voces que algo estaba mal en la SSP y en la PGJDF, lo que se confirmó cuando los dos grandes escándalos que ha enfrentado el jefe de Gobierno salieron de las cloacas policiacas.
Y es que resulta increíble, que las dos instancias policiacas del GDF nada sabían de los secuestradores, entre el 6 de junio y el viernes 1 de agosto. Durante esos 57 días, ni la PGJDF ni la SSP contaron con una sola pista de que los secuestradores pudieran ser policías locales, federales o mexiquenses. Es decir, los jefes no sabían nada de lo que hacían sus subordinados. Y si los titulares de la PGJDF y la SSP eran ajenos, menos sabía el jefe de jefes, Marcelo Ebrard.
Más aún, todo era miel sobre hojuelas antes del viernes 20 de junio —cuando ocurrió el crimen del New’s Divine— y nadie imaginaba que Félix Cárdenas y Joel Ortega eran de papel, ya que desde que ocuparon sus cargos nunca se percataron del cochinero bajo sus respectivos mandos.
Debió convertirse en escándalo mediático el secuestro y asesinato del niño Martí, para que apareciera el cochinero que es la PGJDF —como el New’s Divine destapó la cloaca del la SSP—, y entonces sí, el 3 de agosto resultó que ya había pistas y que llegaban a judiciales del GDF; una banda de por lo menos 25 policías, entre ellos presuntos federales y mexiquenses. ¿Por qué hasta ahora, Marcelo? ¿Por qué no investigar antes a los policías? ¿Cuántos secuestros y posibles crímenes se habrían evitado?
De confirmarse la versión —porque no debemos descartar la hipótesis de que otra vez se trate de chivos expiatorios—, tenemos que concluir que no es una banda que se creó ayer, la semana pasada, el mes pasado. En todo caso es una banda que lleva meses o años operando. ¿Por qué nadie se dio cuenta, Marcelo? ¿No es cierto que estamos ante algún grado de responsabilidad del anterior procurador, del nuevo procurador, del propio jefe de Gobierno?
Habrá muchos que buscarán exonerar a Ebrard. Dirán que la familia no demandó, que se negó a que interviniera la policía del DF; inventarán que el secuestro es delito federal, que el “espurio” es responsable de miles de muertes producto del narco… Lo que gusten y manden. Misa si quieren.
Pero nadie podrá negar que la Policía Judicial del DF es una cloaca de corrupción, que el modus operandi del secuestro llevaba de manera inevitable a policías del DF; que todos sabían y saben que el secuestro, el narco, el robo de autos son solapados por policías y judiciales y que los responsables de la SSP y de la PGJDF son omisos. Si en su momento una voz sensata hubiera ordenado seguir las pistas elementales del secuestro, se habrían evitado una, dos o muchas muertes.
Y ante el llamado del presidente Calderón, pondrán el grito en el cielo, habrá desgarre de vestiduras, le pedirán que no se meta, nos dirán voceros de los azules… Pero tendrán que reconocer que también en esta ocasión tiene razón Felipe Calderón. Y es que Marcelo no es dueño del GDF, es el mandatario y debe colaborar con los tres órdenes de gobierno para garantizar la seguridad de sus patrones, los mandantes. Y si no le gusta, que deje el lugar. ¿Por qué hasta ahora, Marcelo?
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