El
Presidente Enrique Peña Nieto reconoció la entrega leal, patriótica y de
servicio de las Fuerzas Armadas.
Al
encabezar la conmemoración del 167 Aniversario de la Batalla Molino del Rey, expresó su “permanente e
invariable reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas por su entrega leal,
patriótica, de servicio y compromiso con la Nación”.
Durante
el evento en el que también se realizó la inhumación de los restos de los
héroes que ofrendaron su vida en esta gesta, el Primer Mandatario subrayó que
el valor y disciplina de quienes contribuyeron a la defensa de nuestra
soberanía, “permanecen presentes en nuestras Fuerzas Armadas, defendiendo
nuestro territorio y protegiendo a la sociedad”.
*
Palabras
del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto,
durante la Conmemoración del 167 Aniversario de la Batalla Molino del Rey e
Inhumación de los Restos de los Héroes que Ofrendaron su Vida en esta Gesta
Señoras
y señores:
Muy
buenas tardes o, más bien, muy buenas noches a todas y a todos ustedes.
Me
da gusto saludar en este acto a los Presidentes de las Mesas Directivas del
Senado de la República y de la Cámara de Diputados.
Al
señor Ministro de la Suprema Corte de Justicia, en representación del Poder
Judicial de la Federación.
Al
señor General Secretario de la Defensa Nacional y al señor Almirante Secretario
de Marina, a quien saludo con respeto.
Al
señor General Jefe del Estado Mayor Presidencial, y a los muy distinguidos
invitados, integrantes del presídium e invitados a este acto solemne,
conmemorativo de la Batalla Molino del Rey y la inhumación de quienes
ofrendaron su vida por la Patria.
Saludo,
en este acto, a los Generales, Almirantes, Jefes, Oficiales, Cadetes, tropa y
marinería.
Señores
representantes de los medios de comunicación.
Señoras
y señores:
Hoy,
nos reunimos para honrar la memoria de un grupo de valerosos mexicanos que hace
167 años hicieron gala del temple, coraje y patriotismo que caracterizan a
nuestro pueblo en defensa de la Patria.
En
medio de la conmoción causada por una guerra injusta y desigual, en
circunstancias adversas e inferioridad numérica, las tropas mexicanas
comandadas por Antonio de León, Lucas Balderas, Gregorio Gelati y Miguel
Echegaray, realizaron la heroica defensa del Molino del Rey.
Hoy
recordamos con emoción a los Generales, Jefes, Oficiales y soldados, que se
batieron con valentía y honor por defender a la Patria en la invasión
extranjera. Exaltamos a quienes lucharon por preservar la independencia y la
libertad de México, entregando lo más preciado que tenían: la vida.
Como
gesto de respeto y gratitud, este día inhumamos a 15 de ellos, en el sitio de
honor donde originalmente reposaron: el monumento erigido en su memoria por el
Presidente Ignacio Comonfort.
Con
el sacrificio de los héroes de la Guerra del 47, se alentó a nuestro pueblo
para sobreponerse a la ocupación armada y a la mutilación de nuestro
territorio.
Con
su ejemplo, los mexicanos mantuvieron la frente en alto, y tan sólo 15 años
después resistieron con éxito una nueva intervención armada.
Los
combatientes de la Batalla de Molino del Rey forman parte de generaciones de
patriotas que en circunstancias adversas se sacrificaron al máximo para
salvaguardar a México.
La
gran lección de estos héroes, sigue viva. Nuestra generación sabe estar a la
altura de nuestras circunstancias y la enfrentamos con firmeza y decisión.
Las
condiciones de nuestro tiempo son muy distintas, pero también asumimos nuestra
responsabilidad histórica para alcanzar las metas que como país nos hemos
trazado.
Con
las reformas transformadoras aprobadas, los mexicanos de hoy hemos superado
obstáculos y quitado ataduras que limitaban el desarrollo de nuestro país.
Ahora,
estamos poniendo las reformas en acción. Tenemos que lograr que estos cambios
de fondo se traduzcan en beneficios concretos para todos los mexicanos.
Para
ello, se requiere la participación de todos los sectores de nuestra sociedad,
de la misma manera que lo hicieron las generaciones que nos antecedieron en la
construcción de la gran obra colectiva, que es México.
Señoras
y señores.
Durante
1846 y 1848, los mexicanos que vivieron la Guerra de Intervención superaron los
desafíos que enfrentaron y contribuyeron, a veces con la vida, a la defensa de
nuestra soberanía.
Fueron
héroes, cuyo valor y disciplina permanecen presentes en nuestras Fuerzas
Armadas, defendiendo nuestro territorio y protegiendo a la sociedad.
Aquí
están dignamente representadas por los integrantes del Estado Mayor
Presidencial. Mujeres y hombres que son ejemplo de entrega en el servicio de
honor y de lealtad.
Este
Cuerpo, el del Estado Mayor Presidencial, forma parte del único Cuerpo Militar
en México que integra en su estructura a miembros de las tres Fuerzas Armadas:
el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Su
importancia radica en tener a su cargo la seguridad del Presidente de la
República, así como dar apoyo logístico y seguridad a los dignatarios que
visitan el país, y a las reuniones internacionales de Jefes de Estado y de
Ministros de las que somos sede.
La
exigencia de su función, les obliga a estar alertas y preparados la 24 horas,
de los 365 días del año.
En
el Estado Mayor Presidencial, la disciplina es permanente y cada día implica un
nuevo reto.
Por
todo lo anterior, quiero decirles en esta celebración Solemne de Inhumación de
los Héroes de la Batalla de Molino del Rey, quiero decirles a los integrantes
del Estado Mayor Presidencial que el Presidente de la República está muy
orgulloso y agradecido con su trabajo, porque al igual que los combatientes de
Molino del Rey, en cada encomienda, en cada misión asignada, empeñan el mayor
de sus esfuerzos.
A
cada uno de ustedes, les reconozco su profesionalismo y esfuerzo diario, en su
misión de brindar seguridad al Ejecutivo Federal.
Sepan
que valoro especialmente su sentido de responsabilidad y su entrega permanente.
Mi
agradecimiento también va para todos sus familiares, quienes les entienden,
apoyan y motivan a realizar su mayor esfuerzo en favor del país.
Hoy,
con una visión renovada de su alta función sirven a México con especial reserva
y compromiso a toda prueba.
Con
su actuar cotidiano hacen honor al espíritu de servicio y patriotismo que han
tenido las tropas mexicanas de ayer y de siempre.
Mi
permanente e invariable reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas por su
entrega leal, patriótica, de servicio y compromiso con la Nación.
Muchísimas
gracias.
*
HÉROES
DE MOLINO DEL REY INSPIRAN A LAS FUERZAS ARMADAS A MOVER, CAMBIAR Y TRANSFORMAR
A MÉXICO: GENERAL ROBERTO MIRANDA
El
Jefe del Estado Mayor Presidencial, General Roberto Francisco Miranda Moreno,
afirmó que los hechos de los héroes de la Batalla de Molino del Rey “inspiran a
quienes orgullosamente integramos las Fuerzas Armadas del país, a luchar día
con día, con el compromiso permanente para mover, cambiar y transformar a
México”.
Frente
a los restos de los héroes de 1847, dijo, “hoy los soldados y marinos de México
reiteramos al pueblo de esta gran Nación, a las instituciones del Estado
mexicano y a usted, señor Presidente, nuestra lealtad inquebrantable para la
transformación que hemos emprendido bajo su liderazgo, por la grandeza de un
México decidido a cambiar”.
Señaló
que las Fuerzas Armadas participan de manera decidida con las históricas
transformaciones que ha promovido el Primer Mandatario a través de 11 grandes
reformas para el progreso social, económico y político del país, y que son un
reto en la historia de México, “ya que con estas reformas todos los mexicanos
podremos alcanzar una mejor calidad de vida”.
Afirmó
que las Instituciones Armadas, inspiradas en actos impregnados de valores y
virtudes, continúan defendiendo la libertad, la independencia y la justicia
social; respondiendo al llamado de la Patria; cooperando con los tres órdenes
de Gobierno, en un esfuerzo por alcanzar los objetivos nacionales, para
recuperar la tranquilidad y tener un México en paz, incluyente, con educación
de calidad, próspero y con responsabilidad global.
++
Palabras del General Roberto Francisco Miranda Moreno, Jefe del Estado Mayor Presidencial, durante la Conmemoración del 167 Aniversario de la Batalla Molino del Rey e Inhumación de los Restos de los Héroes que ofrendaron su vida en esta Gesta Heroica
Con su permiso, señor Presidente.
Ciudadano licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas; ingeniero Silvano Aureoles Conejo, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Licenciado Luis Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores; Ministro Luis María Aguilar Morales; General Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional.
Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina; licenciado Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública; maestro Aurelio Nuño Mayer, Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
Licenciado Rafael Tovar y de Teresa, Presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; licenciado David López Gutiérrez, Coordinador General de Comunicación Social de Presidencia de la República.
Señores funcionarios; invitados especiales; distinguidos Generales, Almirantes, jefes, capitanes, oficiales, cadetes de los sistemas educativos naval y militar; personal de tropa y marinería; damas y caballeros:
A todos, muy buenas noches.
El triunfo de la Patria, que ha sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio de sus heroicos esfuerzos: Benito Juárez.
Hace 167 años, el 8 de septiembre de 1847, estos restos de los héroes aquí presentes, que tenían vida e ideales, trémulos en el campo de batalla, se encontraban envueltos en nubes humo, al retumbar de los cañones y el estruendo de la fusilería.
En ese amanecer, apenas se llegaban a percibir los semblantes de estos soldados ejemplares, que armados de noble valor y sin más escudo que sus pechos, se dispusieron a defender a la Patria en los Campos de Molino del Rey.
Dirigir estas palabras en un escenario lleno de historia es una gran distinción, pues cada rincón del edificio de Molino del Rey, del Acueducto Santa Fe y cada palmo de terreno de lo que antiguamente llamaban Las Lomas del Rey, fue cubierto con la sangre de los mexicanos que participaron en la batalla más cruenta de la guerra de 1847.
En esta explanada se encontraba el General Antonio León, dirigiendo a sus tropas, ubicadas en las azoteas y en el Acueducto, incitando a sus hombres a ir al ataque, cuando cayó mortalmente herido, y levantando la voz, expiró vitoreando a México.
El General Lucas Balderas, quien comandaba e impulsaba al Batallón de Artillería de Mina, al frente de ellos con su espada en alto, hizo mover los corazones de los mexicanos, que aquí entregaron su vida, cayendo muerto por el fuego enemigo.
Los Coroneles Gregorio Gelati, y Juan Aguayo, fueron de los primeros en enfrentar el tremor del combate, pereciendo al inicio de la batalla.
El Teniente Coronel Miguel María de Echegaray, quien había pernoctado en Chapultepec, al mando de sus tropas se presentó en el terreno de combate y enfrentó al enemigo con gran valentía, haciéndolo huir; recuperando tres piezas de nuestra artillería, para posicionarse nuevamente en el Molino del Rey.
Haciendo fuego con una pieza de artillería, sucumbieron ante el enemigo las valientes Capitanes Marcial León y Pedro Méndez, además del Teniente Mariano Martínez, del Tercer Batallón Ligero.
En lo que hoy es la entrada del Salón Adolfo López Mateos, cayó herido por las bayonetas enemigas, el abanderado del Batallón de Artillería de Mina, el Capitán Margarito Zuazo, quien sintiendo la mortal herida, enredó la Bandera en su cuerpo, que emanaba sangre, y sucumbió protegiendo tan sagrada enseña.
La batalla se desarrolló entre disparos de fusiles y cañones, siendo la lucha sangrienta y sostenida con firmeza.
En medio de circunstancias desfavorables, esta defensa de patriotismo y lealtad, es el motivo de este reconocimiento, ya que el fin de sus vidas fue el inicio de su eterna memoria.
Admiración, profunda gratitud, y eterno recuerdo, merecieron estos héroes. Por ese motivo, el Presidente Ignacio Comonfort en 1856, ordenó erigir en inmediaciones de Molino del Rey un monumento, primer homenaje a los mexicanos que participaron en esta batalla.
En enero de este año, el Gobierno de la República, decidió reubicar el Monumento de la Batalla del Molino del Rey al interior de estas instalaciones, que albergan como fiel testigo la histórica evolución de nuestro país, al ser la Residencia del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y escenario de la batalla que hoy conmemoramos, emblema y símbolo de liderazgo donde se defienden los intereses de la Patria.
Para realizar la reubicación del Monumento se contó con el apoyo invaluable de la Secretaría de Educación Pública, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el cual valoró la preservación de los restos determinando la mejor forma de conservarlos, lo que nos ha permitido este día honrar la memoria de estos héroes.
Nuestras instituciones armadas inspiradas en actos impregnados de valores y virtudes, continuamos defendiendo la libertad, la Independencia y la justicia social respondiendo al llamado de la Patria, cooperando con los tres órdenes de Gobierno en un esfuerzo por alcanzar los objetivos nacionales para recuperar la tranquilidad y tener un México en paz, incluyente, con educación de calidad, próspero y con responsabilidad global.
Con apego irrestricto al respeto de los derechos humanos, se contribuye a reducir la violencia mediante funciones de apoyo a las autoridades civiles mejorando el tejido social en beneficio de las familias para que se desenvuelvan en un entorno de paz y seguridad.
El Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México, son una alternativa en el combate a la pobreza apoyando a los programas sociales de Gobierno, realizando actividades de conservación de los recursos naturales y del medio ambiente terrestre y marino, así como la implementación de acciones cívicas que coadyuven con la identidad y la unidad nacional.
En este sentido, en el Estado Mayor Presidencial, como integrantes de las Fuerzas Armadas de México nos sumamos a la visión reformadora de nuestro Comandante Supremo y ratificamos la pasión de ser fieles a la tradición de lealtad y garante de protección de la Institución Presidencial.
Asumimos el compromiso de cambio rompiendo ataduras e inercias como una instancia de seguridad nacional.
A los soldados y marinos mexicanos nos caracteriza una disciplina firme y razonada, aplicada a las diversas tareas que el Estado mexicano nos ha asignado, las cuales ahora cuentan con el respaldo legal en su ejercicio diario.
Sin embargo, afrontamos las responsabilidades apegados a la ética militar buscando la proyección en el orden democrático y jurídico acordes a la transformación que vive el país.
Por esa razón, la juventud militar representada por los cadetes del Sistema Educativo Militar y Naval aquí presentes, se prepara con el ejemplo de estos héroes, cuyos valores, debemos emular y que simbolizan la mística de la vocación militar: amor a la Patria, a su Independencia y a la institucionalidad.
Los soldados y marinos poseemos bases sólidas con una nueva mentalidad vivimos cambiando y transformando a las Fuerzas Armadas para contribuir en la consolidación de un futuro mejor para México.
Los hechos de estos héroes nos inspiran a quienes orgullosamente integramos las Fuerzas Armadas del país, a luchar día con día con el compromiso permanente para mover, cambiar y transformar a México, participando de manera decidida con las históricas transformaciones que usted, señor Presidente, ha promovido a través de 11 grandes reformas para el progreso social, económico y político del país que son un reto en la historia de México, ya que con estas reformas todos los mexicanos podremos alcanzar una mejor calidad de vida.
Con este acto solemne volverán al lugar de su eterno descanso el General Lucas Balderas; los Coroneles: José Gregorio Gelati, Juan Aguayo; los Tenientes Coroneles Francisco Paz, José María Olvera, Rafael Linarte; los Mayores: Manuel Varela, José María Mateos; los Capitanes Margarito Zuazo, Mariano Martínez, Pedro Méndez; los Subtenientes: Manuel Vargas, Amado Urbina; Agustín Farfán, y los restos de un héroe de quien no fue posible determinar su identidad, pero que representa a todos aquellos mexicanos que combatieron en la Batalla de Molino del Rey.
A estos héroes rendimos homenaje hoy, ya que entregaron su vida por la Patria y con su ejemplo nos motivan a ser mejores mexicanos.
La generación de mexicanos que enfrentó el año de 1847 fue convocada a dejar testimonio de valor y lealtad con la grandeza de sus actos.
Hoy las Instituciones Armadas de México se comprometen a seguir fiel a sus principios, velando por la seguridad de México y contribuyendo de manera decidida al cumplimiento de sus objetivos nacionales.
Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas:
Para un mexicano amar y servir a la Patria exige enormes sacrificios.
La Nación se construye y se defiende día tras día.
Llevar los colores de nuestro Lábaro Patrio tan fuertemente abrazados como lo hizo el Capitán Margarito Zuazo es un deber ineludible.
Y aquí, frente a los restos de los héroes de la Batalla de Molino del Rey, hoy los soldados y marinos de México reiteramos al pueblo de esta gran Nación, a las instituciones del Estado mexicano y a usted, señor Presidente, nuestra lealtad inquebrantable para la transformación que hemos emprendido bajo su liderazgo, por la grandeza de un México decidido a cambiar.
Muchas gracias.
-MODERADOR: En un día como hoy, pero de 1847, en este mismo lugar valerosos mexicanos ofrendaron su vida convirtiéndose en los héroes de la Batalla de Molino del Rey, quedando inmortalizados en la historia de México.
A continuación se proyectará el video Batalla Molino del Rey.
(PROYECCIÓN DE VIDEO)
++
Palabras del General Roberto Francisco Miranda Moreno, Jefe del Estado Mayor Presidencial, durante la Conmemoración del 167 Aniversario de la Batalla Molino del Rey e Inhumación de los Restos de los Héroes que ofrendaron su vida en esta Gesta Heroica
Con su permiso, señor Presidente.
Ciudadano licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas; ingeniero Silvano Aureoles Conejo, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Licenciado Luis Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores; Ministro Luis María Aguilar Morales; General Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional.
Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina; licenciado Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública; maestro Aurelio Nuño Mayer, Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
Licenciado Rafael Tovar y de Teresa, Presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; licenciado David López Gutiérrez, Coordinador General de Comunicación Social de Presidencia de la República.
Señores funcionarios; invitados especiales; distinguidos Generales, Almirantes, jefes, capitanes, oficiales, cadetes de los sistemas educativos naval y militar; personal de tropa y marinería; damas y caballeros:
A todos, muy buenas noches.
El triunfo de la Patria, que ha sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio de sus heroicos esfuerzos: Benito Juárez.
Hace 167 años, el 8 de septiembre de 1847, estos restos de los héroes aquí presentes, que tenían vida e ideales, trémulos en el campo de batalla, se encontraban envueltos en nubes humo, al retumbar de los cañones y el estruendo de la fusilería.
En ese amanecer, apenas se llegaban a percibir los semblantes de estos soldados ejemplares, que armados de noble valor y sin más escudo que sus pechos, se dispusieron a defender a la Patria en los Campos de Molino del Rey.
Dirigir estas palabras en un escenario lleno de historia es una gran distinción, pues cada rincón del edificio de Molino del Rey, del Acueducto Santa Fe y cada palmo de terreno de lo que antiguamente llamaban Las Lomas del Rey, fue cubierto con la sangre de los mexicanos que participaron en la batalla más cruenta de la guerra de 1847.
En esta explanada se encontraba el General Antonio León, dirigiendo a sus tropas, ubicadas en las azoteas y en el Acueducto, incitando a sus hombres a ir al ataque, cuando cayó mortalmente herido, y levantando la voz, expiró vitoreando a México.
El General Lucas Balderas, quien comandaba e impulsaba al Batallón de Artillería de Mina, al frente de ellos con su espada en alto, hizo mover los corazones de los mexicanos, que aquí entregaron su vida, cayendo muerto por el fuego enemigo.
Los Coroneles Gregorio Gelati, y Juan Aguayo, fueron de los primeros en enfrentar el tremor del combate, pereciendo al inicio de la batalla.
El Teniente Coronel Miguel María de Echegaray, quien había pernoctado en Chapultepec, al mando de sus tropas se presentó en el terreno de combate y enfrentó al enemigo con gran valentía, haciéndolo huir; recuperando tres piezas de nuestra artillería, para posicionarse nuevamente en el Molino del Rey.
Haciendo fuego con una pieza de artillería, sucumbieron ante el enemigo las valientes Capitanes Marcial León y Pedro Méndez, además del Teniente Mariano Martínez, del Tercer Batallón Ligero.
En lo que hoy es la entrada del Salón Adolfo López Mateos, cayó herido por las bayonetas enemigas, el abanderado del Batallón de Artillería de Mina, el Capitán Margarito Zuazo, quien sintiendo la mortal herida, enredó la Bandera en su cuerpo, que emanaba sangre, y sucumbió protegiendo tan sagrada enseña.
La batalla se desarrolló entre disparos de fusiles y cañones, siendo la lucha sangrienta y sostenida con firmeza.
En medio de circunstancias desfavorables, esta defensa de patriotismo y lealtad, es el motivo de este reconocimiento, ya que el fin de sus vidas fue el inicio de su eterna memoria.
Admiración, profunda gratitud, y eterno recuerdo, merecieron estos héroes. Por ese motivo, el Presidente Ignacio Comonfort en 1856, ordenó erigir en inmediaciones de Molino del Rey un monumento, primer homenaje a los mexicanos que participaron en esta batalla.
En enero de este año, el Gobierno de la República, decidió reubicar el Monumento de la Batalla del Molino del Rey al interior de estas instalaciones, que albergan como fiel testigo la histórica evolución de nuestro país, al ser la Residencia del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y escenario de la batalla que hoy conmemoramos, emblema y símbolo de liderazgo donde se defienden los intereses de la Patria.
Para realizar la reubicación del Monumento se contó con el apoyo invaluable de la Secretaría de Educación Pública, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el cual valoró la preservación de los restos determinando la mejor forma de conservarlos, lo que nos ha permitido este día honrar la memoria de estos héroes.
Nuestras instituciones armadas inspiradas en actos impregnados de valores y virtudes, continuamos defendiendo la libertad, la Independencia y la justicia social respondiendo al llamado de la Patria, cooperando con los tres órdenes de Gobierno en un esfuerzo por alcanzar los objetivos nacionales para recuperar la tranquilidad y tener un México en paz, incluyente, con educación de calidad, próspero y con responsabilidad global.
Con apego irrestricto al respeto de los derechos humanos, se contribuye a reducir la violencia mediante funciones de apoyo a las autoridades civiles mejorando el tejido social en beneficio de las familias para que se desenvuelvan en un entorno de paz y seguridad.
El Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México, son una alternativa en el combate a la pobreza apoyando a los programas sociales de Gobierno, realizando actividades de conservación de los recursos naturales y del medio ambiente terrestre y marino, así como la implementación de acciones cívicas que coadyuven con la identidad y la unidad nacional.
En este sentido, en el Estado Mayor Presidencial, como integrantes de las Fuerzas Armadas de México nos sumamos a la visión reformadora de nuestro Comandante Supremo y ratificamos la pasión de ser fieles a la tradición de lealtad y garante de protección de la Institución Presidencial.
Asumimos el compromiso de cambio rompiendo ataduras e inercias como una instancia de seguridad nacional.
A los soldados y marinos mexicanos nos caracteriza una disciplina firme y razonada, aplicada a las diversas tareas que el Estado mexicano nos ha asignado, las cuales ahora cuentan con el respaldo legal en su ejercicio diario.
Sin embargo, afrontamos las responsabilidades apegados a la ética militar buscando la proyección en el orden democrático y jurídico acordes a la transformación que vive el país.
Por esa razón, la juventud militar representada por los cadetes del Sistema Educativo Militar y Naval aquí presentes, se prepara con el ejemplo de estos héroes, cuyos valores, debemos emular y que simbolizan la mística de la vocación militar: amor a la Patria, a su Independencia y a la institucionalidad.
Los soldados y marinos poseemos bases sólidas con una nueva mentalidad vivimos cambiando y transformando a las Fuerzas Armadas para contribuir en la consolidación de un futuro mejor para México.
Los hechos de estos héroes nos inspiran a quienes orgullosamente integramos las Fuerzas Armadas del país, a luchar día con día con el compromiso permanente para mover, cambiar y transformar a México, participando de manera decidida con las históricas transformaciones que usted, señor Presidente, ha promovido a través de 11 grandes reformas para el progreso social, económico y político del país que son un reto en la historia de México, ya que con estas reformas todos los mexicanos podremos alcanzar una mejor calidad de vida.
Con este acto solemne volverán al lugar de su eterno descanso el General Lucas Balderas; los Coroneles: José Gregorio Gelati, Juan Aguayo; los Tenientes Coroneles Francisco Paz, José María Olvera, Rafael Linarte; los Mayores: Manuel Varela, José María Mateos; los Capitanes Margarito Zuazo, Mariano Martínez, Pedro Méndez; los Subtenientes: Manuel Vargas, Amado Urbina; Agustín Farfán, y los restos de un héroe de quien no fue posible determinar su identidad, pero que representa a todos aquellos mexicanos que combatieron en la Batalla de Molino del Rey.
A estos héroes rendimos homenaje hoy, ya que entregaron su vida por la Patria y con su ejemplo nos motivan a ser mejores mexicanos.
La generación de mexicanos que enfrentó el año de 1847 fue convocada a dejar testimonio de valor y lealtad con la grandeza de sus actos.
Hoy las Instituciones Armadas de México se comprometen a seguir fiel a sus principios, velando por la seguridad de México y contribuyendo de manera decidida al cumplimiento de sus objetivos nacionales.
Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas:
Para un mexicano amar y servir a la Patria exige enormes sacrificios.
La Nación se construye y se defiende día tras día.
Llevar los colores de nuestro Lábaro Patrio tan fuertemente abrazados como lo hizo el Capitán Margarito Zuazo es un deber ineludible.
Y aquí, frente a los restos de los héroes de la Batalla de Molino del Rey, hoy los soldados y marinos de México reiteramos al pueblo de esta gran Nación, a las instituciones del Estado mexicano y a usted, señor Presidente, nuestra lealtad inquebrantable para la transformación que hemos emprendido bajo su liderazgo, por la grandeza de un México decidido a cambiar.
Muchas gracias.
-MODERADOR: En un día como hoy, pero de 1847, en este mismo lugar valerosos mexicanos ofrendaron su vida convirtiéndose en los héroes de la Batalla de Molino del Rey, quedando inmortalizados en la historia de México.
A continuación se proyectará el video Batalla Molino del Rey.
(PROYECCIÓN DE VIDEO)
1 comentario:
Hay 3 nombres que listas aquí y no aparecen en el monumento, Rafael Linarte, Amado Urbina, y Manuel Vargas. Hay algún error o a qué se debe?
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