Palabras
del Diputado Silvano Aureoles Conejo, Presidente de la Mesa Directiva de la
Cámara de Diputados, durante la comida anual: Los 300 Líderes Más Influyentes
de México 2014
8 de septiembre
Muy
buenas tardes.
Estimadas
amigas, amigos.
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;
doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal;
señor Ministro José Ramón Cossío; señor Senador Miguel Barbosa, Presidente del
Senado; señoras Legisladoras; señores Legisladores.
Licenciado
Raúl Ferráez, Presidente Ejecutivo de Líderes Mexicanos; licenciado Jorge
Ferráez, Presidente Editorial de Líderes Mexicanos; licenciado Rafael Tovar y
de Teresa, Presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes;
distinguidas invitadas; distinguidos invitados; señoras y señores.
Es
muy grato compartir en este encuentro el reconocimiento al talento de 300
mexicanos y mexicanas sobresalientes por su desempeño en los diferentes campos
de la vida cultural, económica, política y social de nuestro país.
Nos
convoca el compromiso de elevar la mira para hacer de México el país que
deseamos; un país en el que se disminuya la desigualdad que hoy nos lastima; un
país en el que el imperio de la justicia distributiva se alce por encima de la
pobreza; en el que el diseño y la adecuación del andamiaje legal e
institucional sean el fundamento para la generación de oportunidades de
desarrollo, y permitan a las mexicanas y a los mexicanos alcanzar un mejor
nivel y calidad de vida.
No
me cabe la menor duda que ese espíritu nos anima, cuando cada uno, cada una, de
las y los presentes hacen frente a sus tareas.
Como
tampoco dudo que al igual que a los aquí reunidos, cada día, en cada rincón de
nuestra Patria, hay muchos hombres, muchas mujeres que se colocan al frente de
distintos proyectos y que ponen su inteligencia, creatividad, su esfuerzo,
solidaridad al servicio de los demás.
Convencido
estoy, que la esencia del liderazgo radica, entonces, en la vocación de
servicio a nuestros semejantes.
Que
hoy nos inviten y nos distingan para participar en este evento, es una buena
oportunidad para refrendar nuestro deber, para que desde la responsabilidad de
cada uno de nosotros, tiene y debe de continuar impulsando de distintas formas,
de distintas maneras, pero con un mismo objetivo: el desarrollo de nuestra gran
Nación.
En
México hay millones de líderes que trabajan desde su trinchera cotidiana para
construir el futuro de sus familias, de sus comunidades, de sus colonias, de
sus ciudades, en la oficina, en el aula, en la clínica rural, el hospital, ahí
hay líderes mexicanos que luchan cada día por una mejor sociedad, para elevar
sus condiciones de trabajo, para producir más, lograr un mayor ingreso y, con
ello, superar sus condiciones de vida.
Esos
mexicanos tienen, en estos 300 líderes que hoy reconocemos a sus pares. Esos
millones de conciudadanos son los que con su esfuerzo y eficacia van dando la
pauta para que la acción social se dirija hacia la igualdad, y la justicia,
anhelo, preciado, sin duda, de nuestra sociedad.
Mención
especial quiero hacer del reto que representa para todos como sociedad, el
hecho de que dentro de estos 300 líderes sólo tengamos 24 mujeres, es decir,
que sólo representa el ocho por ciento. Eso es indicativo.
Usted
aplauda con confianza. No se preocupe.
Eso
es indicativo de una realidad que nos impone un desafío para avanzar hacia la
igualdad de género, porque hay millones de mujeres, que son líderes en México,
muchas de ellas, madres solteras.
Ellas
están al frente de una familia y son las líderes de una lucha por consolidar la
educación de sus hijos, mantenerlos, darles hogar y vestirlos. Esas mujeres son
las líderes que están construyendo una buena parte de la sociedad mexicana.
Como
lo pudo constatar el señor Presidente de la República en su visita a la
comunidad de Chilchota, Michoacán, en su diálogo con las mujeres purépechas, el
pasado 25 de febrero. Ellas son las líderes que están apoyando la construcción
y operación de sus Comedores Comunitarios, uno de los programas insignias de la
política social de su Administración.
Por
eso, a estas 24 mujeres que están entre los 300 líderes mexicanos y mexicanas,
expreso mi saludo y mi especial reconocimiento.
La
posibilidad de construir nuevas oportunidades para el desarrollo nacional con
las reformas aprobadas por el Congreso y promulgadas por el Ejecutivo, hacen
necesaria la acción eficaz de todas y todos los mexicanos.
El
reto es arribar a un crecimiento económico como resultado de la sinergia social
que se traduzca en mejores condiciones de acceso a la salud, a la educación, a
la cultura, y en una mejor distribución del ingreso, en fin, en empleo y
seguridad en todos los órdenes y para todas y todos los mexicanos.
Ésta
es la eficacia que debe buscar el país. Una mayor tasa de crecimiento del
Producto Interno Bruto que impacte en el desarrollo social, que incentive la
inversión extranjera; una disminución de la brecha de la desigualdad, se habrá
de conseguir mejorando el ingreso de las familias mexicanas, con más y mejores
empleos.
Esa
eficacia sustenta las bases de una sociedad más justa, donde las nuevas leyes
vayan dibujando el rostro de una sociedad más igualitaria, donde la democracia
se siga consolidando como la nota característica de nuestro régimen político.
En
mi condición de Presidente de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de
la Unión, estoy seguro, y a nombre de mis compañeras y compañeros, asumo el
reto para anteponer, frente a los problemas que nos exigen soluciones, la mejor
actitud sobre la base de la apertura para el diálogo, que facilite los
consensos y nos permita, a todos juntos, tomar las mejores decisiones.
Estoy
seguro que en este marco de pluralidad, de inclusión, de apertura, de
disposición para el diálogo y para la construcción de acuerdos, habremos de
cimentar la base de un país más eficaz, más próspero, más igualitario y más
incluyente.
Muchas
gracias por su atención.
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