Vatican Innsider, 1 de julio de 2015
América
Latina espera al Papa
El
padre Federico Lombardi, durante la presentación del próximo viaje de Papa
Bergoglio, aclara la participación de grupos de homosexuales durante el
encuentro en Bolivia y sobre el uso de hojas de coca contra la altitud
GIACOMO
GALEAZZI
El
primer Papa latinoamericano de la historia volverá a hablar su lengua madre.
Como Lampedusa, para Italia, y Albania, para Europa, Francisco comienza a
visitar América Latina por los países más pobres (Ecuador, Bolivia y Paraguay),
si consideramos que el viaje a la JMJ de Río De Janeiro formaba parte de la
agenda de su predecesor Benedicto XVI.
Hoy, el portavoz de la Santa Sede, el
padre Federico Lombardi, presentó en la Sala de Prensa del Vaticano el intenso
viaje que hará el Pontífice del 5 al 13 de julio al continente en el que nació.
Un verdadero “tour de force”, con etapas particularmente difíciles debido a la
altitud para personas como Jorge Mario Bergoglio, que cuando era joven fue
sometido a la extirpación de una parte de un pulmón.
«Sabemos
que puede ser difícil hacer un viaje con estos cambios de altitud, pero el Papa
no tuvo la más mínima preocupación ni incertidumbre. Quiso hacer esta etapa y
la hará con la absoluta convicción de que puede hacerla bien», subrayó el padre
Lombardi, respondiendo a una pregunta de los periodistas sobre los temores por
la salud del Papa durante este viaje. Se trató, indicó, de hacer una «breve
etapa, evitando la permanencia nocturna, y tendremos que lograrlo todos con
ímpetu». A los que le preguntaron si como remedio contra la altitud el Papa
masticaría hojas de coca o tomaría té de coca, el vocero vaticano respondió:
«No me resulta. Pero no me sorprendería, porque al Papa le gusta participar en
las costumbres particularmente compartidas. El Papa hará lo que crea oportuno;
me resulta que existen usos de cultura popular para reaccionar a la altitud:
algunos benen una especie de mate y otros mastican una hoja de coca. ¿Qué hará
el Papa? No me lo ha dicho. Cuando le ofrecen mate, lo bebe». También Juan
Pablo II, durante su viaje apostólico a Bolivia en mayo de 1988, tomó la
infusión de hojas de coca que le ofrecieron para mitigar los efectos de la
altitud.
En
el séquito que acompañará al Papa durante el vuelo solo habrá un cardenal, el
Secretario de Estado Pietro Parolin, y también viajará, como se acostumbra, un
empleado del Viaticano: esta vez le toca el turno a un empleado de los
servicios sanitarios, y, en lugar del cardenal Marc Ouellet, Presidente de la
Pontificia Comisión para América Latina, que tiene otros compromisos, viajará
con el Papa el Secretario de la Comisión, con encargo de presidente, Guzmán
Carriquiry.
Aunque
el viaje del Papa a Ecuador, Bolivia y Paraguay sea el primero después de la
creación del único dicasterio para los medios de comunicación vaticanos (la
Secretaría que el Papa encomendó a la guía de don Dario Viganò), «no creo que
en este viaje cambie algo –indicó Lombardi–, han pasado solo cuatro días y
todavía no han comenzado a dar indicaciones. Claro, los que pertenezcan a la Secretaría
tendrán mayor autoridad, pero por lo demás nos moveremos como lo hacemos
normalmente, y los cambios serán introducidos gradualmente; a don Viganò
–añadió sonriendo Lombardi– lo llamaremos “jefe del dicasterio”, para no
faltarle el respeto».
Cuando
le preguntaron si entre los movimientos populares que participarán en el
encuentro de Santa Cruz habrá una organización de homosexual, el director de la
Sala de Prensa de la Santa Sede afrimó: «Escuché que habrá una representación
de homosexuales en uno de los encuentros de los movimientos populares en Santa
Cruz, pero no creo que el Papa elija quién debe participar o dé indicaciones al
respecto. No puedo confirmar si el Papa dio o no indicaciones sobre esto».
Francisco participará el 9 de julio en la jornada final del encuentro mundial
de los movimientos populares en la ciudad boliviana de Santa Cruz.
El
primer encuentro, como se sabe, se llevó a cabo en el Vaticano el 24 de octubre
del año pasado, y el Papa pronunció un importante discurso. El encuentro en
Santa Cruz tiene una importancia particular en el ámbito de este viaje de Papa
Bergoglio a Sudamérica y, en general, de su Pontificado. Como se recordará,
participó en el enecuentro en el Vaticano el presidente de Bolivia Evo Morales,
pero en calidad de líder popular.
Francisco
el el cuarto Pontífice, recordó Lombardi, que visita Sudamérica.
Pablo VI hizo
un solo viaje para visitar Colombia, en agosto de 1968. Juan Pablo II hizo 18
viajes (el primero en enero de 1979, República Dominicana, México, Bahamas, y
el último en 2002, Guatemala y México) y visitó prácticamente todas las
naciones de la región. Benedicto XVI hizo dos viajes y visitó tres países
(Brasil, México y Cuba).
Lombardi
recordó los «difíciles conflictos» que viven los países sudamericanos,
relacionados las fronteras o con gobiernos autoritarios, y explicó que
Francisco, con su visita, «pretende animar el proceso de paz y de armonía, y de
desarrollo participativo y democrático». Este es el noveno viaje de Papa
Francisco «y la primera vez que visita tres países juntos». El tema del viaje
es único: «la alegría del anuncio del Evangelio», aunque en los diferentes
países habrá lemas diferentes. Desde el punto de vista de la seguridad, «el
clima está tranquilo. En los recorridos en los que el Papa se encontrará con
muchas personas, usará papamóviles abiertos preparados localmente. Para los
desplazamientos más veloces utilizará coches normales, cerrados pero no
blindados».
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