- “No obstante que algunos se adelantan al calendario electoral del 2018, para nosotros, los priístas, estos son tiempos de trabajar y de cumplirle a México…“
- “Orgulloso de mi militancia priísta, este día reconozco a mis compañeras y compañeros de partido, a quienes participan con decisión y entusiasmo en los procesos electorales, desde su sección, municipio y distrito….“
¿Orgulloso?
orgullo. (Del cat. orgull).
1. m. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas...Real Academia Española ©
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PALABRAS DE ENRIQUE PEÑA NIETO, PRESIDENTE DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DURANTE EL EVENTO: UNIDAD PARA CONTINUAR LA
TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO.
Sábado,
25 de julio de 2015
Muchísimas
gracias amigas y amigos de mi partido.
Amigas
y amigos que conforman esta gran estructura de una militancia activa, de una
militancia entusiasta, pero especialmente de una militancia comprometida con el
progreso y el desarrollo de México; comprometida en su diario quehacer para
llevar a México a mejores condiciones.
Saludos
con cariño y con afecto a todas las mujeres, jóvenes y hombres que hacen la
fuerza del partido.
Señor
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro partido.
Señoras
y señores integrantes del Gabinete del Gobierno que militan en nuestro
Instituto político.
Y
con gran afecto saludo a los señores Coordinadores Parlamentarios del PRI en el
Congreso de la Unión.
Muy
apreciados señores Gobernadores, señores expresidentes de nuestro partido.
Señoras
y señores dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional de los sectores y
organizaciones de nuestra organización política.
Señoras
y señores Gobernadores, diputados Federales y locales, e integrantes de
Ayuntamientos electos.
Señoras
y señores, jóvenes:
Les
saludo con afecto y con respeto y agradezco esta gran oportunidad de encuentro
con esta gran representación de la militancia activa de nuestro partido.
Reciban,
todas y todos, un abrazo cariñoso y afectuoso.
Señores
representantes de los medios de comunicación.
Este
acto, quiero compartirles, me recuerda a aquellos que me tocó vivir en campaña,
no sólo por la gran oportunidad de saludar y de sentir a la estructura del
partido, a nuestra militancia activa; sino, también, les compartía a algunos, que
después de estar, y aquí están algunos militantes de Veracruz, hace algunos
días, antier apenas, en ese calor intenso, siempre dejó las afecciones de
garganta que me recuerdan lo constante que fue la campaña.
Pero
podía faltar algo de voz a veces, pero lo que nunca faltaba, como hoy no está
ausente, es la entrega de corazón que el Presidente de la República quiere
hacer con su partido.
Este
corazón del Presidente, pero de su compañero de partido tiene memoria, tiene
afecto y guarda un corazón aquí que siempre mostrará afecto y gratitud para
todas y todos aquellos que me han apoyado, que me han respaldado, y que me
permiten cumplir con la alta responsabilidad que los mexicanos me han confiado
para conducir los destinos de nuestra Nación.
Muchas
gracias.
Por
su historia, por su permanente compromiso social e innegable contribución al
desarrollo nacional, el nuestro, el Partido Revolucionario Institucional, es el
partido de México.
A
partir de su fundación nuestro instituto político ha hecho propias las aspiraciones
de las grandes mayorías; ha defendido y abanderado las grandes causas del país.
Desde
su origen, el PRI ha promovido el cambio con estabilidad que ha requerido la
República en momentos cruciales.
Gracias
al PRI, México pasó de su condición histórica de país de caudillos, a ser una
Nación de instituciones.
Nuestro
partido fue clave, fue clave para pacificar al país, al dar cauce institucional
tanto a la transmisión del poder público, como a las demandas populares de la
Revolución, o que surgieron después de la Revolución de 1910.
Desde
entonces, democracia y justicia social han sido la motivación y razón de ser
del PRI en sus más de ocho décadas de vida.
Fueron
los gobiernos priístas los que forjaron las leyes e instituciones del México
del Siglo XX, fueron administraciones priístas las que devolvieron a los
indígenas y comunidades agrarias, sus tierras y aguas; fueron los gobiernos del PRI los que tradujeron
el Artículo 123 de la Constitución en mejores condiciones de vida para los
trabajadores y sus familias.
Fue
nuestro partido hecho Gobierno el que construyó centros de salud y hospitales;
el que llevó las campañas de vacunación a toda la geografía nacional y él que
sentó las bases de la seguridad social con nobles instituciones, como el Seguro
Social, el ISSSTE o el INFONAVIT.
Conscientes
de que la educación es el más poderoso instrumento de progreso e igualdad
social, los gobiernos surgidos de nuestras filas han combatido el analfabetismo
y multiplicado la cobertura de los servicios educativos.
Fue
la visión del Presidente López Mateos la que puso en manos de la niñez los
libros de texto gratuito con los que se han formado millones de mexicanos.
Fueron
nuestros gobiernos los que crearon el Instituto Politécnico Nacional, los que
edificaron la Ciudad Universitaria y fundaron el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología. Todas ellas iniciativas de vanguardia, que han impulsado a miles de
estudiantes mexicanos a alcanzar sus sueños.
Fueron
las administraciones del PRI las que detonaron la industrialización del país,
las que construyeron los grandes proyectos de infraestructura nacional e
iniciaron la inserción de nuestra economía en el mundo.
Fue
el partido el que dio avance a la democracia en México.
No
puede entenderse nuestro avance democrático sin el respaldo y apoyo del PRI.
Con
visión de Estado, el PRI promovió importantes reformas políticas en favor de la
apertura y la pluralidad.
Con
la creación de instituciones que hoy son autónomas, como la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos y el entonces Instituto Federal Electoral, el PRI
respaldó el ejercicio pleno de las libertades y de los derechos ciudadanos.
Todos
estos son ejemplos claros y contundentes del cambio con estabilidad que el PRI
logró impulsar durante el siglo pasado.
Ahora,
en este nuevo siglo, el PRI está decidido a seguir siendo la principal fuerza
de transformación y desarrollo nacional.
Con
esta determinación, desde el Gobierno de la República hemos emprendido el más
amplio y profundo proceso transformador de las últimas décadas.
Con
base en el diálogo y los acuerdos, dentro del cauce de nuestras instituciones
democráticas, el país ha concretado importantes reformas que permitirán mejorar
nuestra vida individual y colectiva.
En
esta etapa de cambio estructural, los priístas hemos actuado con elevada
responsabilidad, asumiendo el desgaste y los costos políticos que conlleva
romper inercias y acotar los privilegios de unos cuantos.
Gracias
a esta firme postura en favor de las grandes mayorías, y a pesar de naturales
diferencias políticas y de múltiples resistencias de grupo, México logró
concretar 12 reformas estructurales que ofrecen nuevas soluciones a los nuevos
desafíos de la sociedad.
Son
cambios de fondo que amplían los derechos de los mexicanos, que fortalecen
nuestro régimen institucional y que impulsan el dinamismo de nuestra economía.
No
obstante su reciente aprobación y que sus efectos positivos se verán
gradualmente en el tiempo, las Reformas y Políticas Públicas que estamos
aplicando ya están mejorando la vida diaria y la economía familiar de los
mexicanos.
Doy
ejemplos rápidos de ello.
Hoy,
gracias a esas reformas, tenemos y habremos de tener cada día más, más mujeres
asumiendo responsabilidades públicas en ayuntamientos, en congresos locales y
en el Congreso de la Unión.
Se
eliminó el cobro de la larga distancia nacional, se ha reducido el costo de la
larga distancia internacional; se ha duplicado el número de suores a Internet
móvil de alta velocidad.
Hoy
contamos con casi 70 mil espacios públicos con acceso a Internet gratuito;
prácticamente un millón de estudiantes, de quinto y sexto de primaria se han
incorporado a la era digital al recibir una laptop o una tableta de forma
gratuita.
Se
ha multiplicado por tres el número de escuelas de tiempo completo, y ahora los
maestros obtienen sus plazas y ascensos a partir de evaluaciones y méritos
propios.
Hoy
tenemos acceso mayor a crédito barato y hay además, programas especialmente
diseñados para apoyar a los jóvenes emprendedores.
Hoy
contamos con una nueva política social con opciones productivas, para realmente
combatir de fondo la pobreza y encauzar a sectores de nuestra sociedad hacía
niveles de mayor bienestar, sobre todo a partir de su incorporación a la
productividad.
Hoy,
las tarifas de luz son más baratas para los hogares, los comercios y la
industria que se vuelve cada vez más competitiva en nuestro país.
En
este año se acabaron los gasolinazos que tuvimos mes a mes.
Y
de acuerdo con diversas mediciones de la sociedad civil y del propio INEGI, que
es órgano autónomo, la violencia se ha ido reduciendo, poco a poco se ha ido
recuperando la tranquilidad de las familias en diversas regiones del país.
Y
es gracias a todos estos cambios que existe una alta expectativa sobre el
futuro de nuestro país. Cada día son más las empresas nacionales y extranjeras
que están invirtiendo en México.
En
lo que va de la Administración, las cifras de inversión y empleo son
históricas.
Sólo
un dato para darle contexto a lo que aquí afirmo: en estos 31 meses se han
creado un millón 379 mil puestos de trabajo formales.
Para
dimensionar este avance, en sólo dos años siete meses se han creado 175 mil
empleos más que en todo el sexenio de la primera alternancia.
Las
reformas transformadoras son una gran palanca para acelerar el desarrollo
nacional, no fue fácil concretarlas.
Nuestra
responsabilidad ahora es seguir instrumentándolas, para que sus beneficios
lleguen a todos los mexicanos.
Estas
reformas no son las reformas del Presidente. Son las reformas del PRI, de un
PRI con visión de futuro y comprometido con México.
Reconozco
y agradezco el trabajo responsable de las y los Senadores, Diputados Federales
y locales que defendieron, enriquecieron y aprobaron estas reformas
trascendentales.
Para
cambiar el destino de un país no hay atajos, ni rutas cortas. Al contrario. El
camino de la transformación a veces es dar, incluso es cuesta arriba, pero esa
es la única vía para llevar a México hacia adelante.
Los
mexicanos entienden que las grandes obras no se construyen de la noche a la
mañana. Saben que las obras que perduran exigen de un esfuerzo permanente.
Así
se expresó en las urnas el pasado domingo 7 de junio, cuando los ciudadanos
decidieron otorgarle al PRI y a sus aliados políticos, una sólida mayoría en la
Cámara de Diputados.
Ese
día un amplio sector de nuestra población, millones de mexicanos que creen y
confían en el PRI, salieron a votar y a refrendar su respaldo hacia el proyecto
que representamos.
Los
candidatos del PRI compitieron, convencieron y ganaron en democracia. Lo
lograron a partir de propuestas realistas, de cercanía con la gente, pero,
sobre todo, triunfaron gracias al respaldo de una militancia activa y de
simpatizantes que reafirmaron su apoyo a nuestro partido.
La
adhesión a nuestro partido es la de mujeres y hombres que están profundamente
orgullosos de nuestra organización política, de sus principios y de su noble
misión de servir a México.
Los
priístas no dudan, ni titubean al momento de defender sus postulados y
compromisos. Sin pena, ni timidez, los militantes priístas defendemos el
proyecto de nación que estamos impulsando en favor del empleo y la prosperidad,
en favor de la paz, la educación y la justicia social.
La
nuestra es una militancia convencida de ser parte de un instituto político que
tiene, como elevada responsabilidad, darle a México rumbo y orden, estabilidad
y progreso.
Orgulloso
de mi militancia priísta, este día reconozco a mis compañeras y compañeros de
partido, a quienes participan con decisión y entusiasmo en los procesos
electorales, desde su sección, municipio y distrito.
Celebro
el esfuerzo y la pasión de todos ustedes, que en cada rincón de nuestra
geografía y durante largas jornadas, salieron a defender nuestras propuestas y
el proyecto transformador que estamos concretando en favor de México.
En
este emotivo encuentro con mis compañeros de partido, les expreso mi más
sincera gratitud por el respaldo y apoyo que invariablemente me han brindado.
Con
lealtad inquebrantable, los priístas han acompañado a su Presidente en su
responsabilidad de cumplirle a México.
Juntos
hemos compartido logros y éxitos, pero también he contado con ustedes en los
momentos de adversidad.
Valoro
y agradezco a mis compañeros el aliento y la fuerza que me han brindado para
sortear las tormentas sin perder el rumbo.
Con
su trabajo y resultados, han demostrado que el PRI es un partido organizado, de
gran vitalidad y que está en movimiento.
El
esmero, dedicación y compromiso de nuestros militantes, permitió al PRI y a sus
aliados consolidarse como la primera fuerza política del país.
Expreso
aquí mi reconocimiento y felicitación al Presidente del Comité Ejecutivo
Nacional y a toda la dirigencia de esta gran organización de nuestro partido.
Ahora
corresponde ampliar nuestras bases y atraer más simpatizantes. Lo debemos hacer
a partir del trabajo y resultados de cada uno de nuestros representantes
populares.
Hoy
nos corresponde honrar la confianza de millones de ciudadanos que han
respaldado al PRI como la mejor opción de cambio positivo para México.
Esa
es la responsabilidad que hoy tenemos con los electores: seguir impulsando un
cambio con rumbo, un cambio con estabilidad para el país.
No
obstante que algunos se adelantan al calendario electoral del 2018, para
nosotros, los priístas, estos son tiempos de trabajar y de cumplirle a México.
Hoy
no hay espacios para proyectos personales. Hoy es momento de un proyecto de
Nación.
Si
algo distingue al PRI, si algo caracteriza al PRI, es su responsabilidad y seriedad para ofrecer soluciones viables a
los problemas nacionales. Sin embargo, no debemos confiarnos.
Hoy
la sombra del populismo y la demagogia amenaza a las sociedades democráticas
del mundo. En varias naciones estás surgiendo opciones políticas que en su
ambición de poder prometen soluciones mágicas, que en realidad terminan por
empobrecer a las familias y restringir la libertades ciudadanas.
Las
consecuencias de esta nueva ola populista son graves; sus costos se advierten
ya en la experiencia que viven otras naciones.
Diversos
países que se consideraban democracias consolidadas, porque tenían una sociedad
civil fuerte, medios de comunicación independientes, e instituciones sólidas,
hoy han dejado de serlo a causa de liderazgos irresponsables.
La
historia nos ha enseñado que la condición de una sociedad democrática, libre y
plural, perdura mientras quienes encabecen sus instituciones tengan vocación
democrática.
Las
decisiones populistas, demagógicas e irresponsables, destruyen en sólo unos
días lo que llevó décadas de esfuerzo institucional construir.
México
tiene que estar consciente de estos riesgos.
Como
priístas, tenemos que hacer nuestra parte, debemos seguir poniendo todo nuestro
empeño en favor del cambio, pero siempre con estabilidad y con responsabilidad.
Hoy
nuestra tarea es mantenernos vigentes y ser una opción confiable para la
sociedad mexicana.
En
el mundo, pareciera que hay una crisis global de falta de credibilidad y
confianza en las instituciones.
Sin
embargo, lo que en realidad está ocurriendo es un cambio de paradigma, un
cambio de modelo en las relaciones entre ciudadanos e instituciones.
A
partir de cambios demográficos, de avances en los niveles educativos y de la
revolución tecnológica, hoy las personas están más informadas y tienen a su
alcance nuevos medios para expresarse, organizarse y hacerse presentes.
Estas
tendencias, lejos de frenarse, se habrán de acelerar.
Nuestro
partido necesariamente tiene que renovarse para estar a la altura de esta nueva
realidad.
Tenemos
que definir juntos el PRI que queremos para los siguientes años.
Una
vez más tenemos que actualizar y reformar a nuestro partido para que siga siendo
el partido de la transformación nacional.
Es
momento de que el PRI actualice su organización y estructura para reflejar las
nuevas condiciones y dinámicas sociales del país.
Es
momento de que el PRI regrese a las universidades, que despierte nuevamente el entusiasmo de la
juventud.
Es
tiempo y oportunidad de que nuestro partido sea un espacio de participación
para los jóvenes talentosos, comprometidos con su país.
Es
tiempo de que el PRI renueve su misión ética y social en favor de los menos
favorecidos, de los que padecen hambre y viven en marginación.
El
PRI tiene que ser el partido solidario, el que procura a los adultos mayores y
abre oportunidades a las personas con discapacidad.
El
PRI tiene que ser el principal aliado de los trabajadores y campesinos; el
auténtico promotor de los emprendedores y el firme respaldo de las clases
medias que buscan mejorar sus condiciones de vida.
El
PRI tiene que ser el partido de la igualdad y la libertad. El partido que
reconoce y empodera a las mujeres. El partido que incluye y da voz a quienes
son discriminados.
En
pocas palabras. El PRI tiene que ser la opción de todos los que quieren
construir un mejor país. Debe ser el partido de los millones que quieren un
México exitoso y en constante ascenso.
Hagamos
del PRI un espacio para escuchar e intercambiar propuestas y opiniones en favor
del desarrollo nacional.
Seamos
promotores del debate; seamos los primeros en escuchar y tomar en cuenta los
puntos de vista de la nueva sociedad mexicana.
El
PRI tendrá la oportunidad y la obligación de darle valor y prestigio a la
política.
Con
acciones concretas en favor de la transparencia, la rendición de cuentas y el
combate frontal a la corrupción, las autoridades emanadas del PRI deben ser
ejemplo de una nueva mística de integridad en el servicio público.
Demostremos
que la política sigue siendo la única forma de lograr acuerdos y conjuntar
esfuerzos para trabajar en favor de las grandes metas nacionales, pero, sobre
todo, sigamos respaldando a nuestras instituciones; reafirmemos en el actuar
cotidiano nuestra permanente vocación democrática.
Como
Presidente de México, mi deber es servir a todos los mexicanos sin excepción, y
así lo he venido realizando con plena convicción, sin dejar de sentir la gran
emoción de ser un Presidente orgullosamente priísta.
Mi
compromiso con el partido es honrar a cabalidad la elevada responsabilidad que
los mexicanos me han conferido.
Todos
los días dedico toda mi capacidad y esfuerzo para cumplirle a México con
absoluta lealtad y entrega total.
Señoras
y señores:
Gobernar
es un privilegio de vida que implica asumir la gran responsabilidad de aportar
a la construcción de una mejor sociedad.
A
nuestra generación le corresponde seguir contribuyendo a la gran obra colectiva
que nos ha sido legada por las generaciones que nos antecedieron.
Demostremos,
porque así lo creo, que el PRI es el partido que mejor representa a los
mexicanos, porque es el que trabaja para hacer realidad sus aspiraciones.
El
valor de la política está en su capacidad de conjuntar los esfuerzos de toda una
sociedad para mejorar la calidad de vida de cada uno de sus integrantes.
Esa
es la política de altura que tenemos que hacer los priístas todos los días.
Entendamos
que somos un partido sobre el cual hay un mayor escrutinio; un partido al que
se le exige más y al que se le evalúa con mayor rigor.
Y
saben qué.
Qué
bueno que así sea, porque efectivamente el PRI es el partido que más le puede
aportar a México.
Estar
con el PRI significa estar en favor de la transformación nacional, de la
responsabilidad y la estabilidad.
Apoyar
al PRI es apoyar la paz y la prosperidad de nuestro país.
Impulsar
al PRI es impulsar una mejor educación y más oportunidades para los mexicanos.
Estar
en favor del PRI es estar en favor de México.
El
PRI es el partido que está en constante renovación y preparado para seguir
construyendo el México del Siglo XXI.
Muchas
gracias.
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