Peregrinos de Miami irán a Cuba para la visita de Benedicto XVI
Los viajes serán por aire, con participación en las dos misas papales
MIAMI, viernes 20 enero 2012 (ZENIT.org).- Cuando el papa Benedicto XVI visite Cuba del 26 al 28 de marzo, algo va a ser diferente. “Ese deseo que quedó en deseo hace 14 años ahora tiene otra posibilidad”. Es la posibilidad de una peregrinación desde Miami, dijo monseñor Emilio Aranguren, de la diócesis de Holguín, Cuba, durante una reciente visita a Miami.
De hecho, el 12 de enero, el arzobispo de Miami Thomas Wenski anunció que iba a encabezar una peregrinación de católicos del Sur de la Florida a Santiago y La Habana para participar en las misas papales.
"Viajamos en solidaridad con la Iglesia en Cuba, y en respuesta a su invitación para compartir con ellos este evento histórico", dijo el arzobispo Wenski.
La peregrinación será por aire, ya que no había tiempo para organizar un crucero, como se había hecho cuando Juan Pablo II se convirtió en el primer papa en visitar la isla, en enero de 1998. Ese viaje fue anunciado un año antes, mientras que las fechas exactas de éste no se dieron a conocer hasta el 1 de enero de 2012.
La peregrinación de 1998 fue cancelada debido a la vociferante oposición de sectores de la comunidad de exiliados cubanos. En su lugar, el entonces arzobispo de Miami John C. Favalora, viajó a La Habana para participar en la misa papal final con un muy reducido grupo de sacerdotes, religiosos y laicos del sur de la Florida.
Esta vez, el arzobispo Wenski espera llevar hasta dos aviones llenos, con alrededor de 250 personas cada uno, a la isla, donde los peregrinos tendrán la opción de tomar parte en las dos misas papales, así como en una misa celebrada por el arzobispo Wenski en la catedral de La Habana.
"Las cosas han cambiado considerablemente" en los años transcurridos, dijo el arzobispo, que era obispo auxiliar de Miami en 1998. “Muchos de los opuestos [a la peregrinación], a la semana después, se arrepintieron de su oposición” después de ver la reacción del pueblo cubano ante el Papa.
"En esta comunidad, siempre hay alguna crítica, no importa de qué lado se ponga uno", dijo el arzobispo Wenski en la conferencia de prensa, el 12 de enero. "Pero la inmensa mayoría de las reacciones que he recibido hasta ahora han sido muy, muy positivas".
“Llevamos tres años diciendo ‘la caridad nos une --dijo el obispo Aranguren a The Florida Catholic en noviembre--. Esa es una de las uniones que tenemos más que como nostalgia, la tenemos como proyecto. Es algo que sentimos como Iglesia, como pueblo y como familia”.
El obispo se refería a: “A Jesús por María: La Caridad nos une”, el lema de los tres años de preparación de la Iglesia cubana para celebrar el 400 aniversario del hallazgo de la imagen original de Nuestra Señora de la Caridad, en las aguas de la Bahía de Nipe en 1612.
Ese aniversario 400 es la razón por la que el papa Benedicto XVI visitará la isla en este mes de marzo. Fue su predecesor del mismo nombre, el papa Benedicto XV, quien en 1916 declaró a Nuestra Señora de la Caridad, la patrona de Cuba.
La unidad deseada por la Iglesia cubana se refleja ya en las celebraciones paralelas que tuvieron lugar el 7 de enero: Una misa matinal en el santuario de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre, Cuba, y una misa por la tarde en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, en Miami, para conmemorar el inicio del Año Jubilar Mariano en la isla.
El arzobispo Wenski ha proclamado el año jubilar en Miami también y ha designado el santuario como un sitio donde los visitantes pueden recibir la indulgencia plenaria hasta el 8 de septiembre de 2012, el día de la fiesta de Nuestra Señora de la Caridad.
“El peregrinaje de la imagen de la Virgen por toda la Isla nos demuestra que Cuba no es atea. Pero en el Año Jubilar, la misión de nuestra iglesia es que Cuba sea cristiana”, dijo monseñor Aranguren.
El obispo Aranguren dijo que el papa Benedicto XVI “se inserta como peregrino” en la celebración de los cubanos por el hallazgo de la imagen de su patrona.
Y añadió: “Si el papa Juan Pablo II vino como mensajero de la verdad y la esperanza, éste viene como peregrino de la Caridad para ponerse delante de la imagen, ponerle una flor y encenderle una vela” en el santuario de El Cobre, al igual que lo han hecho los cubanos durante cuatro siglos.
Cuando pronunció esas palabras, monseñor Aranguren no conocía el itinerario detallado de la visita papal (ver: http://www.zenit.org/article-41225?l=spanish).
“Es otra Cuba, es otro papa”, dijo el obispo Aranguren. “Pero sea como sea, [hará] lo que le dijo Jesús a Pedro, que fue: Confirma a tus hermanos en la fe”. Y añadió que el papa Benedicto XVI encontrará que en Cuba “hay una comunidad cristiana más estable. Los espacios más o menos siguen siendo los mismos, pero más estables”.
Señaló que en la actualidad hay tres seminarios en la isla en lugar de dos; que los sacerdotes y religiosos de otros países están ayudando en todas las diócesis; que se proporciona educación religiosa a niños y adultos; que las casas de misión están activas en toda la isla; que las diócesis han creado centros de formación donde los laicos son capacitados como catequistas y ministros laicos; que hay bibliotecas con colecciones de libros históricos y teológicos administradas por la Iglesia, y que la Iglesia ofrece un testimonio de servicio a través de programas operados por Caritas para los pobres, los enfermos y las personas mayores.
El obispo Aranguren señaló también que el porcentaje de personas que se identifican como católicos ha crecido, y que hasta el 60% de las personas llaman ahora a un sacerdote para que visite a un familiar moribundo en el hospital o para realizar los ritos funerarios.
“La referencia a la Iglesia católica como tal, hoy es más nítida que en 1998”, dijo, y la peregrinación de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad “ha restablecido el vínculo del pueblo cubano con la Iglesia católica”.
En Miami, también, la comunidad parece más receptiva a la idea de viajar a la isla para la visita papal, dijo el padre Juan Rumin Domínguez, rector del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad. “Hay muchas personas que han llegado a la Ermita pidiendo información”, afirmó.
Aunque los miembros de las generaciones llegadas más recientemente a menudo regresan a Cuba para pasar tiempo con sus familiares, “personas que llevan muchos años aquí se han acercado también a mí para averiguar qué hay que hacer para ir a la peregrinación de la visita del papa”, dijo el padre Domínguez. “En el pueblo católico hay una mayor convicción de lo importante que es acompañar esta visita del papa. Es una manera de acompañar a una Iglesia que está haciendo una gran labor misionera”.
“Siempre la iglesia gana espacios con una visita del papa --añadió el padre Domínguez--. Además de apoyo y confirmación en la fe, es un reconocimiento a una Iglesia que ha luchado por mantenerse viva”.
Para más información, véase el sitio web de la Archidiócesis de Miami: www.miamiarch.org, y la página de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba: www.iglesiacubana.org.
Por Ana Rodríguez Soto
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