Antonio (no Arturo como muchos lo escribieron),
amigo de Rubén Espinosa, hizo su declaración ministerial, en la
que dijo que el pasado 31 de julio, alrededor de las 9:00 de la mañana salieron
los dos del departamento ubicado en la calle Luz Saviñon, rumbo a la estación
Centro SCOP del Metrobús, pero unos metros antes de llegar, Rubén cambió de
opinión y se regresó con la activista Nadia Vera.
Ambos se despidieron con un
abrazo, siendo la última vez que Antonio veía con vida al fotoperiodista.
Ese
día el testigo se iba a marchar solo, pero Rubén le dijo que se iba con él, en
el camino fue cuando éste decidió cambiar opinión y regresó al departamento.
“Me
despedí de Nadia, y Rubén me dijo que se iba conmigo, motivos por los cuales se
despidió de Nadia y bajamos por el elevador y Nadia desde su departamento
mediante el interfon nos abrió la puerta del edificio, en ese momento caminamos
hacia el Eje Central”, señaló el amigo.
También
se dio a conocer que los delincuentes utilizaron un pelador de papas para hacer
cortes en diferentes partes del cuerpo de los asesinados en la colonia
Narvarte, a excepción de la trabajadora doméstica Olivia Alejandra Negrete, los
demás tenían cortadas en el cuello, hombros y brazos.
Los
peritos de la Procuraduría localizaron el instrumento de
cocina dentro de una de las recámaras.
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