Mensaje del Presidente de la Conferencia
del Episcopado Mexicano
Lunes 29 de febrero de 2016..
¡Gracias
Papa Francisco! ¡Gracias México!
Han
pasado unos días desde que el Papa Francisco vino a nuestra Patria como
misionero de misericordia y paz para confesar con nosotros la fe en Dios y
visitar a la Madre de Guadalupe. Agradeciendo al Señor las grandes bendiciones
que nos concedió en esos inolvidables días, queremos decir:
Gracias
Santo Padre por su oración, sus gestos, sus palabras y su testimonio, que nos
han transmitido la ternura de Dios. Gracias por recordarnos que la Virgencita,
que ha acompañado y acompaña la gestación de esta bendita tierra, nos invita a
levantar la vida de todos los mexicanos.
Gracias
por compartir nuestros sufrimientos y ayudarnos a valorar nuestro patrimonio,
nuestras raíces y nuestra cultura e identidad, para proyectarnos hacia el
futuro. Gracias por hacernos ver que México es un gran país, y que aunque la
noche parezca enorme y oscura, existen muchas luces que anuncian esperanza.
Gracias
por animarnos a forjar en el presente un futuro esperanzador, empeñándonos en
el bien común, siendo justos, honestos y solidarios.
Por
nuestra parte, los obispos nos comprometemos a reflexionar las palabras que nos
dirigió y a esforzarnos para asumir los retos que tan sabiamente delineó,
procurando reflejar a todos la ternura de Dios.
Junto
con nuestra gratitud a Dios y al Papa, agradecemos también al Presidente de
México, al Estado Mayor Presidencial, a las autoridades federales, estatales y
municipales, a los bienhechores, a los voluntarios y a todos los que
colaboraron en este viaje apostólico.
Así
mismo, agradecemos a los más de diez millones y medio de personas que
participaron en las misas, encuentros y vallas, dando ejemplo de que los
mexicanos podemos expresarnos, convivir, celebrar y actuar con orden y
responsabilidad.
Nuestra
gratitud también se dirige a los medios de comunicación, que hicieron posible
que millones de personas siguieran la visita papal en nuestro país y en 140
naciones.
Conscientes
de que la gratitud debe traducirse en compromiso, invitamos a todos a
reflexionar en los mensajes que el Papa nos dirigió y a ponerlos en práctica,
confiando en la ayuda de Dios y en la intercesión de la Virgencita de
Guadalupe.
Y
por favor, como el Santo Padre nos pidió, recemos por él.
Arzobispo
de Guadalajara
Presidente
de la CEM
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