Milenio, 28 de septiembre de 2016
Barbas que remojar…
Andan buscando un estanque donde reflejarse. Florestán
Y no fue una, fueron dos que la PGR atrajo de la fiscalía de Veracruz y que prendieron la luz verde y el inicio de proceso de expulsión del PRI del gobernador Javier Duarte, que arrancó con la suspensión de su militancia y derechos partidistas.
Para esto, el CEN priista también atrajo de sus sedes locales los casos abiertos, no solo el de Duarte de Veracruz, sino del de Chihuahua, César, y de los ex gobernadores de Quintana Roo, Roberto Borge, y de Nuevo León, Rodrigo Medina. Todos los casos se encuentran ya en la Comisión Nacional de Justicia Partidaria que preside Fernando Elías Calles, y que el lunes se reunió para iniciar el proceso sancionador contra el gobernador veracruzano y seis ex funcionarios de su gobierno, partiendo de las dos averiguaciones federales por peculado y enriquecimiento ilícito.
En la víspera de la sesión, publicaron un desplegado suscrito por 20 legisladores, priistas y verdes, en apoyo de Duarte, y a las pocas horas, varios de los abajofirmantes, se desmarcaron, diciendo que los habían engañado y que les habían pedido su apoyo para otro tema.
Y enseguida se filtró que habían liquidado con un millón 200 mil pesos, tras el pago de impuestos, a Enrique Ochoa Reza tras su salida de la dirección general de la CFE, a lo que éste respondió que era un finiquito, no una liquidación, ya que había renunciado. Y que era una forma legal establecida en esa empresa y a la que se acogieron, me dijo ayer, los cuatro directores que le antecedieron, y ahora usaron para presionarlo.
Un punto, ahora, es saber cuándo Duarte va a solicitar licencia al gobierno que se le termina el próximo 20 de noviembre, dentro de 63 días.
Y otro si el PRI va a aplicar el mismo rasero a los demás indiciados, en su Comisión Nacional de Justicia, lo que me aseguró ayer Ochoa Reza, será antes de fin de año.
1. PANISTAS. Lo que pide Ochoa Reza a la dirigencia del PAN es que hagan lo mismo con Guillermo Padrés y con Miguel Ángel Yunes, que tiene acusaciones en la PGR, y con los diputados señalados por los moches;
2. MEDALLA. La Belisario Domínguez es la más alta condecoración que el Estado mexicano otorga a un ciudadano a través del Senado de la República. Este año le corresponde fijar candidato al PAN. El año pasado fue el PRI quien con votos del PAN distinguió a un gran empresario, Alberto Baillères; y
3. SILENCIO. Ni pío dijo Mario Delgado cuando Andrés Manuel López Obrador descalificó su alma mater, por pegarle a los recientes secretarios de Hacienda.
Nos vemos mañana, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
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