La
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) exhortó este jueves 9 de julio a todos los
ciudadanos a ser “actores y protagonistas de la Venezuela que queremos” y
reiteró que “es equivocado cerrarse en visiones ideológicas, en fanatismos o en
legados intocables”..
Documento con motivo de la clausura de la
CIV Asamblea Ordinaria.
Los
obispos dedicaron buena parte de su reflexión a proponer un modelo de país “que
ame la paz, donde haya seguridad para trabajar, producir y compartir donde se
destierre la prédica estéril y dañina de catalogarnos por las diferencias, por
el odio de clases, por la exaltación del enfrentamiento, idealizando el
nacionalismo vacío, la violencia o la guerra, en el que la fuerza puede más que
la razón”.
En
su escrito, la Iglesia denunció la crisis nacional en distintas áreas y precisó
que “la experiencia también enseña que los regímenes de corte populista y
excluyentes favorecen el abuso del poder y la corrupción”. Y exigió que los
beneficios que genera el petróleo se empleen para financiar “la educación, la
salud, la vialidad, y no sean usados para ganancias políticas que no benefician
en nada a la población”.
“No
se puede negar lo que está a la vista: los presos políticos, los vejámenes, las
torturas, la violación de los derechos humanos”, indicó la CEV. Asimismo, los
prelados urgieron al Gobierno nacional a “tomar medidas económicas sensatas en
el marco de la Constitución y las leyes que impidan ese absurdo y nocivo
mecanismo de una política económica equivocada que enriquece a unos pocos y
empobrece a la mayoría”. Y previnieron sobre el riesgo de que sean los más
pobres los que “carguen con lo más oneroso de las medidas que se tomen”.
El
episcopado venezolano reconoció además que la “dura realidad” les exige “ser
críticos, creativos, solidarios” con “el sufrimiento que padece nuestro pueblo
por tanta incertidumbre”.
“El
pueblo venezolano exige mejores condiciones de vida diaria, pide seguridad y
mayor protección a su derecho a la salud y a la alimentación de su familia.
Toda la nación padece la falta de medicamentos y atención hospitalaria y la
escasez. Exige mayor seguridad ante la violencia desbordada, la impunidad y el
narcotráfico”, enfatizaron los obispos en su exhortación pastoral titulada “He
visto la aflicción de mi pueblo”, al tiempo que reclamaron “desterrar de raíz
la cultura de la muerte, la épica del armamentismo y militarismo”.
“No
hay nada más absurdo y sin sentido que buscar la solución de los conflictos con
la violencia. Son muchos los héroes civiles, algunos de ellos anónimos, mujeres
y hombres trabajadores, inventores, promotores de todo lo bueno que deben ser
iconos referenciales para la promoción de una cultura de la vida y de la solidaridad”,
apuntaron en el texto pastoral, que recuerda el derecho del pueblo a opinar con
libertad, a “disentir, proponer, tener acceso a una información libre”. Por
eso, “las excesivas cadenas y la propaganda tendenciosa tienen que ser
rechazadas y puestas al descubierto”, aconsejaron.
Los obispo apuntaron que las elecciones legislativas del 6 de diciembre son
“la oportunidad de la recomposición política y social del país” y llamaron a
acudir al proceso “con responsabilidad”.
“El CNE
(Consejo Nacional Electoral) tiene la obligación de ser imparcial, evitando el
ventajismo, el abuso o la parcialización”, concluyeron los prelados
venezolanos.
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