17 oct 2014

Milicias Populares ¡Basta ya!

Comunicado del grupo Milicias Populares ¡Basta ya!
Fechado el 6 de octubre de 2014 desde el “Estado de Guerrero, México“
A todo Mexico
Ante la violencia del brutal neoliberalismo que en México se mantiene mediante el narcogobierno, hoy, más que nunca, necesitamos responder con todas las formas de lucha, violentas y pacíficas, legales e ilegales.
Después de Tlatlaya e Iguala, el coro televisivo a dúo con los partidos intenta convencernos de que son casos de corrupción aislados. Unos soldados desobedientes, un presidente municipal y sus policías coptados por el narco. Nada que no se pueda arreglar con una comisión investigadora o, mejor aún, con un comité anticorrupción.
No es así. Esta barbarie que vivimos es precisamente la que necesitan los saqueadores multimillonarios para seguir manteniendo el control. Ya se veía venir desde Aguas Blancas, El Charco y Atenco, siguieron los asesinatos, encarcelamientos o coptación de diferentes luchadores sociales, dirigentes de autodefensas y periodistas; Regina Martínez, René Cardona entre tantos. Los asesinatos masivos de migrantes; la cotidiana trata de personas tanto para la explotación sexual como para el neo esclavismo.

Luego Tlatlaya ordenado y encubierto desde arriba y que apenas es un asomo del actuar del ejército y marina, instituciones que hoy están en la ilegalidad porque no resguardan la seguridad nacional, como es el mandato constitucional, sino que sirven a los intereses de las grandes empresas, principalmente de las mineras y del narcotráfico. Michoacán es un ejemplo.
Hoy el asesinato de los estudiantes de Ayotzinapa que se parece mucho a Tlatelolco, en medio de un discurso oficial conciliador, la masacre, como advertencia y escarmiento que intenta frenar la inconformidad de los de abajo.
Y claro, se culpará al crimen organizado, posiblemente encarcelarán a un Chucky, hasta podrían sacrificar al camaleónico gobernador Aguirre para simular que el crimen organizado actuó por la libre. La detención del último de los Beltrán Leyva como respuesta inmediata después de los asesinatos y desaparición de estudiantes nos muestra que el gobierno ya sabía dónde localizarlo y lo agarró en el momento en que les estorbó, cuando ya no les sirvió para mantener el control del estado de Guerrero. Y si, los sicarios son los asesinos materiales, pero el crimen es de Estado.
 Hay otra violencia que legalizaron con las reformas. Ahora el despojo es legal y tienen prioridad las empresas petroleras, mineras, eléctricas, envasadoras de agua.
 Esa fórmula de someter los intereses del pueblo mexicano a los de las compañías extranjeras prometiéndonos un México moderno y utilizando el pistolerismo para matar a los inconformes ya se vivió en el porfiriato.
 Un ejemplo de esa violencia intrínseca al modelo neoliberal exportador de materias primas, mano de obra barata y cumplido pagador de los intereses de la deuda externa es la cancelación del proyecto de construir una petroquímica en Hidalgo para seguir comprando los derivados del petróleo a las empresas estadunidenses. Se nos viola el derecho constitucional al empleo, al salario digno. Se nos condena al desempleo, la migración o el sub empleo.
 ¿Pero cómo hemos llegado a esto? Ha sido un proceso que combina la represión con el lavado de cerebro que a través de la televisión nos hacen diariamente y a eso se agregan las limosnas como Oportunidades y las tarjetas de Monex y Soriana que compran el conformismo de una parte del pueblo.
 Se ha criminalizado la protesta social. Hacer pintas es ahora violencia, manifestarse, tomar casetas o cerrar calles es terrorismo y se vocifera contra quienes protestan pero se calla ante el robo, el saqueo y los crímenes del narco gobierno.
 Otra forma, revitalizada por la administración peñanietista es infiltrar los movimientos populares, coptar a algunos dirigentes en el intento por domesticar la protesta y asesinar o encarcelar a los no coptables. Ejemplos: las autodefensas y el movimiento estudiantil del politécnico nacional.
 Los partidos políticos se prestan al teatro de la supuesta democracia donde las siglas pueden cambiar mientras se mantenga la sumisión a los intereses corporativos.
 Una verdadera democracia popular se construye desde abajo, con el pueblo y desde luego implica cambiar el modelo económico saqueador para priorizar el desarrollo de la industria y agricultura nacional, la economía auto sustentable, la conservación del ecosistema, la creación de empleos, la investigación científica.
 Por eso, hoy más que nunca necesitamos responder con todas las formas de lucha, violentas y pacíficas, legales o fuera de esta legalidad sin ética que intentan imponernos los de arriba. Al fin que ellos son los primeros en violar la legalidad, en utilizar los métodos mafiosos para enriquecerse y saquearnos aún más.
 Que nuestro dolor, nuestra rabia e indignación se transformen en aliento para organizarnos porque solamente así podremos quitar del poder a la mafia neoliberal.
 Desde el México de abajo hoy unimos nuestra voz y nuestro esfuerzo al de millones de mexicanos que ya nos cansamos de este sistema explotador y de la política delincuencial que hoy está en el poder. ¡Basta ya!
 Milicias Populares ¡Basta ya!
 Estado de Guerrero, Mexico.

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