8 feb 2015

Entre la racionalidad y el fanatismo/Fred Alvarez

Entre la racionalidad y el fanatismo/Fred Alvarez Palafox
@fredalvarez
Publicado en el número 78 de la revista Código Topo de Excelsior, lunes 3 de febrero de 2015.
Los lamentables atentados ocurridos el martes 7 de enero en Francia donde un grupo de terroristas vinculado a la organizaciónAl Qaeda, asesino cruelmente en nombre de Alá,  a 12 periodistas que trabajaban en la publicación de la revista satírica Charlie Hebdo, nos lleva a de nuevo pensar en los límites de la libertad de expresión y el respeto a las distintas creencias religiosas. 
Esta combinación es un arma de muchos filos, hay que entrarle a ese tema con amplio conocimiento para no agredir la creencia de millones de personas; recordemos que muchas de las grandes guerras han sido de carácter religioso,.
De entrada todos repudiamos la acción terrorista.
Los editores en lugar de callar como los terroristas esperaban, decidieron seguir adelante, vendiendo millones de ejemplares. Ahora la revista no sólo  se difunde en francés sino también en español, ingles y árabe.  Incluso circula ampliamente  a través de las redes sociales.

Tras los atentados las opiniones mayoritarias han sido en pro de Charlie Hebdo.
Mario Vargas Llosa escribió que el derecho de expresar alguna idea o posición política no puede ser reprimida de ninguna manera: “lo que pretenden con este asesinato colectivo de periodistas y caricaturistas es que Francia, Europa occidental, el mundo libre, renuncie a uno de los valores que son el fundamento de la civilización.”
No poder ejercer esa libertad de expresión -agregó-  que significa usar el humor de una manera irreverente y crítica significaría pura y simplemente la desaparición de la libertad de expresión.
 David Brooks en The New York Times (“Yo no soy Charlie Hebdo”)  escribió argumentando que la publicación satírica no hubiera circulado en EU porque habría sido acusada de “incitación al odio”. 
Dice el columnista conservador que a los periodistas del semanario “se les aclama ahora justamente como mártires de la libertad de expresión”, pero subraya que en EU la publicación no hubiera durado ni un sólo numero:  “seamos francos: Si hubiesen intentado publicar su periódico satírico en cualquier campus universitario estadounidense durante las dos últimas décadas, no habría durado ni treinta segundos (Ya que)  Los grupos de estudiantes y docentes los habrían acusado de incitación al odio. La administración les habría retirado toda financiación y habría ordenado su cierre”.
¿Alguién lo duda?
Víctor Lapuente, profesor en el Instituto para la Calidad de Gobierno de la Universidad de Gotemburgo nos recordó en un artículo que la discusión se dividió en dos bloques irreconciliables. Los “Yo soy Charlie Hebdo” que defienden una libertad de expresión sin límites, el derecho a ofender a todo tipo de religión o grupo humano. Y los “Yo no soy....” para quienes la coexistencia pacífica en el mundo moderno requiere impedir las expresiones “ofensivas” mediante leyes antidiscriminación y antidifamación más estrictas.
Lapuente recomienda que lo que se debe hacer  es “establecer unos límites perfectos a la libertad de expresión. Unos límites que permitieran la sátira, la mofa, pero que filtraran los desagravios que pudieran directamente incitar a la violencia”.
Pero las opiniones son muchas nadie se ha quedado callado.
¡Y que bueno que ha sido asi!
Luego del atentado, cuatro imanes franceses, así como la Comisión Islámica de España, condenaron el ataque. En Italia, el Cardenal Angelo Bagnasco, llamó a los representantes del Islam a condenar en conjunto el ataque terrorista y advirtió del peligro que este atentado ponga en riesgo el valor de la libertad. 
El papa Francisco, en una reunión con el cuerpo diplomático y antes de partir a Sri Lanka aseguró que en el fondo, “el fundamentalismo religioso rechaza a Dios, relegándolo a mero pretexto ideológico”.
Las grandes manifestaciones de repudio dejan claro que todos repudiamos el terrorismo..
En tanto, la filial de Al Qaeda en Yemen reivindicó el atentado mediante un video ,y alegó que con él, había vengado a Mahoma, por haber sido caricaturizado.
La respuesta del grupo extremista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS)  fue llamar “héroes” a los asesinos. 
Debemos decir que los actos ocurridos nada tienen que ver con el Islam, sino por fundamentalistas que están en todas partes y en todas las religiones, pero es en el Islam cobran fuerza política.
El profesor Daniel Bell dice que “el Islam es una religión que se presta al fundamentalismo más que la mayoría de las demás, ya que no establece distinción entre lo teocrático y lo político, lo económico y lo moral. Todo ello se entrelaza en el principio único regido por la Palabra, la escritura sacra del Corán.“ Y en efecto, los clérigos, los imanes, son los encargados de interpretar el texto sagrado (El Corán), ellos asumen el derecho de establecer asimismo reglas políticas.“
No es un asunto de religión sino de quienes la interpretan. 
Y medio de todo esto, el tema estos días ha sido el los limites a la libertad de expresión.
¿Los debe de haber?
Sin duda. En lo personal comparto el espíritu de Voltaire “No estoy en absoluto de acuerdo con lo que usted dice, pero lucharé hasta la muerte para que nadie le impida decirlo".
Y cada quien sabe y es responsable de lo que escribe, o dice en los medios impresos y electrónicos.
Pero, cuando se aborda un tema donde la religión está presente, el asunto es complicado. No se debe injuriar o difamar a una persona o institución sin razón. Ahora bien –acá entre nos– debemos decir también que el tipo de tipo de contenidos que publicaba el semanario francés no eran “completamente pertinentes”, para la actualidad geopolítica que vive el mundo hoy.
¿O si?
En ese contexto fue Jorge Mario Bergoglio quien a pesar de que ya había condenado dos veces el atentado, reiteró que no se debe insultar la fe de los demás, ni mucho menos matar en nombre de Dios (Ala). Prudencia pidió el papa, quien para precisar del tema tuvo que dar dos opiniones en sendas conferencias de prensa. 
El ataque un asunto anunciado.
La revista Charlie Hebdo –y otros medios– han sido muy críticos, sin  mayor problema con las distintitas religiones, pero en especial con Mahoma, al que han caricaturizado de distintas maneras. 
No es un asunto nuevo.
Debemos decir que el papa emérito Benedicto XVI y Jorge Mario Bergoglio han sido menospreciados por la revista francesa. Hace unos meses en su viaje a Brasil a Francisco lo  dibujaron vestido como una prostituta de carnaval, con el texto "dispuesto a todo para conseguir clientes" bajo el titular "el Papa en Rio". 
A Benedicto XVI lo caricaturizaron de homosexual, de tener un supuesto amorío con un guardia suizo y diciendo “por fin libre”. 
Obviamente a la Santa Sede No le gusta que ridiculicen a sus líderes religioso, pero por prudencia se ha tolerado esas expresiones.
La única molestia publica que hemos registrado de parte de la Santa Sede fue cuando hace dos años un grupo colectivo gay de la Universidad de Milán, manipularon la imagen de Joseph Ratzinger para promocionar un festival cinematográfico sobre homosexualidad y religión. 
Aquella foto retocada digitalmente exhibió al papa emérito maquillado de forma femenina, con las mejillas color fucsia, los ojos pintados con sombra verde, las cejas arqueadas, las pestañas y los labios pintados de forma muy llamativa.
No hubo mayor problema  en un principio hasta que la imagen manipulada fue publicada por el periódico “Corriere della Sera” en la edición del lunes 18 de noviembre de 2013.
Y era obvio, la imagen fue considerado un acto irreverente que ofendió a los católicos de Italia y del mundo entero. 
Ahora bien, con respecto a Charlie Hebdo  lo que ocurrió el martes 7 en Paris era un asunto de alguna manera anunciado. Se veía venir pero nunca imaginemos que llegará a sesos niveles. 
En 2011 la revista fue víctima de un incendio intencional. Hoy sabemos que los terroristas  habían planeado el ataque por lo menos 3 años antes.
Charlie Hebdo se la jugó. 
Fue quizá el único medio de comunicación europeo que, a pesar de las amenazas y a un atentado incendiario, insistió en el derecho a continuar reflexionando sobre el uso de la sátira como una respuestas sana ante la barbarie. 
¿La pregunta es si tienen derecho a caricaturiza a Dios?
Ellos dicen que si.  Otros dicen que se debe de guardar prudencia para no generar odios. Muchos  grupos no entienden razones.
El tema seguirá dando de que hablar, y seguirá generando muchas reacciones violentas.
Hace 10 años se generó una gran crisis entre fundamentalistas y algunos medios por el motivo de haber publicado doce dibujos del profeta Mahoma, En uno de ellos aparecía el profeta vistiendo un turbante con forma de bomba con una mecha encendida.
Ello generó una gran conmoción e ira de los musulmanes de varios países del mundo debido a que la publicación fue considerada un sacrilegio, un insulto a su fe. 
Hubo varias personas muertas, y como era de esperarse, ello suscitó además de enérgicas protestas un debate entre los limites entre libertad de expresión y el respeto religioso. 
Estados Unidos por ejemplo criticó entonces con llamativa firmeza la difusión de los "hirientes" dibujos, Kurtis Cooper, un portavoz del Departamento de Estado, dijo que aunque "todos reconocemos plenamente y respetamos la libertad de prensa y de expresión,...incitar los odios religiosos o étnicos de esta manera no es aceptable. Nosotros instamos a la tolerancia y al respeto de todas las comunidades y sus creencias y prácticas religiosas".
En ese sentido varios medios norteamericanos optaron por NO reproducir las controvertidas dibujos, y no lo hicieorn por prudencia, no por falta de libertad de expresión. 
¿Qué dijo exactamente Francisco?
El pasado 15 de enero, en el avión que lo llevó de Sri Lanka a las Islas Filipinas,  el papa Francisco como ya es su costumbre charló con los 77 periodistas que lo acompañaron... Un periodista francés le preguntó:
–Santo Padre, ayer a la mañana durante la Misa habló de la libertad religiosa como de un derecho humano fundamental. Pero en el respeto de las diversas religiones, ¿hasta qué punto puede ir la libertad de expresión, que también es un derecho humano fundamental?
La respuesta fue:
-Gracias por esta pregunta que es muy inteligente, es buena. Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión. Pero... ¿Usted es francés? Vayamos a París, hablemos claro. No se pude esconder la verdad: cada uno tiene el derecho de practicar su propia religión sin ofender, libremente. Y así hacemos y queremos hacer todos. Segundo, no se puede ofender, o hacer la guerra, matar en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios. A nosotros lo que pasa ahora, nos asombra. Pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos? Piense en la Noche de San Bartolomé. (la noche aquella del 23 al 24 de agosto de 1572 en París cuando fueron asesinados cristianos protestantes franceses durante las guerras de religión de Francia).
¿Cómo se entiende esto? También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, es una aberración. Matar en nombre de Dios es una aberración. Esto es lo principal de la libertad de religión: se debe hacer con libertad, sin ofender, pero sin imponer y sin matar.
La libertad de expresión: cada uno no sólo tiene la libertad, sino que tiene el derecho y la obligación de decir lo que piensa para ayudar al bien común. Si un diputado o un senador no dice lo que piensa que es el verdadero camino, no colabora al bien común. Y no sólo estos, sino tantos otros. Tenemos la obligación de decir abiertamente, tener esta libertad, pero sin ofender. Porque, es verdad que no se puede reaccionar violentamente. Pero si el doctor (Alberto) Gasbarri, gran amigo, dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal! No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede.
Benedicto XVI en un discurso, no me acuerdo cuál, había hablado de esta mentalidad post positivista, de la metafísica post positivista, que llevaba a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la cultura ilustrada. Y esta es un herencia de la Ilustración, eh. Hay mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo, digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi mamá, ¿no? Es decir, ¡hay un límite! Cada religión tiene dignidad, cualquier religión que respeta la vida, la persona humana. Y yo no puedo tomarle el pelo. Y esto es un límite. Tomé este ejemplo de límite, para decir que en esto de la libertad de expresión hay límites, como el de mi mamá. No sé si logré responder la pregunta..“
La respuesta del papa tuvo reacciones.
 Francisco cuando habló de su amigo Alberto Gasbarri, responsable de la organización de los viajes papales, es porque estaba a su lado en ese momento a su lado, de hehco ese comentario provocó risas entre los periodistas del vuelo papal 
Pablo Ordaz en una nota en el periódico El País, expresó  que “nunca se había visto a Jorge Mario Bergoglio, ni en sus gestos ni en sus mensajes, tan cercano al ojo por ojo.“.
Al día siguiente Federico Lombardi SJ, vocero papal intentó matizar los dichos del papa. Señaló que el papa no justificó la violencia contra la revista satítica cuando dijo que la libertad de expresión tiene límites, sino que “hablaba de una reacción espontánea que se puede sentir” cuando alguien se ve “ofendido profundamente”.
El vocero dijo que el Pontífice “ha puesto el ejemplo más clásico del mundo, que nos viene a la mente a todos nosotros, cuando hablan de nuestra madre. Un ejemplo muy sencillo para hacer entender que uno se ofende cuando se dicen las cosas que le tocan muy profundamente”.
Lombardi indicó que "esto lo puede sentir también un creyente cuando se ofende la fe".
Prudencia, dice el papa
A muchos nos quedo claro el posicionamiento papal, pero, el tema lo volvió a comentar en la conferencia de prensa que dio en el vuelo de regreso a Roma, el lunes 19 de enero cuando alguien le preguntó  de nuevo: 
–Usted usó la imagen del gesto que este pobre hombre (Dr. Gasbarri) podría haber merecido si insultara a su madre. Sus palabras no fueron bien entendidas por todos el mundo y parecían justificar un poco el uso de la violencia frente a la provocación. ¿Podría explicar un poco mejor lo que quiso decir?
La respuesta del jesuita fue:
 “En teoría, podemos decir que una reacción violenta frente a una ofensa o una provocación, en teoría sí, no es una cosa buena, uno no debe hacerlo. En teoría podemos decir que el Evangelio, sí, que debemos dar la otra mejilla. En teoría podemos decir que tenemos libertad de expresión, y eso es importante. Pero en teoría todos estamos de acuerdo.
Pero somos humanos y hay prudencia, que es una virtud de coexistencia humana. No puedo insultar constantemente, provocar a una persona continuamente, porque me arriesgo a enojarlo o enojarla, y me arriesgo a recibir una reacción injusta, una que no es justa. Pero eso es humano.
Por esta razón, dijo que la libertad de expresión debe tomar en cuenta de la realidad humana, y por esta razón uno debe ser prudente. Es una forma de decir que uno debe ser educado, prudente.
Agregó el papa que “La prudencia es la virtud que regula nuestras relaciones. Puedo ir hasta aquí, puedo ir hasta ahí, hasta allá, pero más allá de eso no. Lo que quise decir es que en teoría todos estamos de acuerdo: hay libertad de expresión, una agresión violenta no es buena, siempre es mala.
Todos estamos de acuerdo, pero en la práctica detengámonos un poco porque somos humanos y nos arriesgamos a provocar a otros. Por esta razón, la libertad debe ser acompañada por la prudencia. Eso es lo que quise decir....


Con ellos quedo claro el posicionamiento papal.

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