Así
se podrá obtener indulgencias durante el Año de la Misericordia..
Este martes 1 de septiembre se publicó en el Vaticano una cartadel papa Francisco ante la cercanía del Año de la Misericordia, que se inicia el martes 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluirá el 20 de noviembre de 2016 en la Solemnidad de Cristo Rey.
La misiva está dirigida a Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización y contiene indicaciones específicas sobre el perdón de pecados graves como el aborto, las indulgencias plenarias y otros temas de interés para todos los católicos.
Este martes 1 de septiembre se publicó en el Vaticano una cartadel papa Francisco ante la cercanía del Año de la Misericordia, que se inicia el martes 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluirá el 20 de noviembre de 2016 en la Solemnidad de Cristo Rey.
La misiva está dirigida a Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización y contiene indicaciones específicas sobre el perdón de pecados graves como el aborto, las indulgencias plenarias y otros temas de interés para todos los católicos.
En su carta el papa explicó las formas en las que los fieles
podrán obtener la indulgencia durante este jubileo; ya sea en Roma, en
cualquier lugar del mundo e incluso en las cárceles.
Bergoglio también explica el modo en el que deben proceder los enfermos y ancianos para obtener esta gracia.
Bergoglio también explica el modo en el que deben proceder los enfermos y ancianos para obtener esta gracia.
En cualquiera de los siguientes casos que se mencionan para
obtener la indulgencia se debe cumplir primeramente con las condiciones
habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las
intenciones del Santo Padre.
1.-
Los fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta
Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo
diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, como signo del deseo
profundo de auténtica conversión”.
2.- “Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los
santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que
tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante que este momento
esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de
la Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”.
El Papa precisa que “será necesario acompañar estas celebraciones
con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo
en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo”.
3.- Francisco señala también que cada vez que un fiel realice
personalmente una o más las obras de misericordia corporales y espirituales
“obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar”.
“De aquí el compromiso a
vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por
el poder del amor del Padre que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una
indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive
con fe, esperanza y caridad”, resalta el jesuita.
4.- Sobre los enfermos y las personas ancianas que no pueden salir
de casa, el Pontífice afirma que para ellos “será de gran ayuda vivir la
enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el
misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar
sentido al dolor y a la soledad”.
“Vivir con fe y gozosa
esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la
Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios
de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar”.
5.-
Sobre los presos, el Pontífice explica que “en las capillas de las cárceles
podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen
la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda
este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de
Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas
en experiencia de libertad”.
6.- Indulgencia para los difuntos: “de igual modo que los
recordamos en la celebración eucarística, también podemos, en el gran misterio
de la comunión de los santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso
del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la
bienaventuranza que no tiene fin”.
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